Por Prensa Fiscalía Esquel
Este martes se cumplieron los tres meses de prisión
preventiva dispuestos en la audiencia de control de la detención del único
imputado en la investigación por el crimen de Cristina Cayecul. La fiscal
Fernanda Révori pormenorizó los avances de la investigación y fundamentó la
necesidad de mantener la medida hasta la realización de la audiencia
preliminar. No hubo oposición de la defensa y el juez José Colabelli encontró
razonables los planteos de la
Fiscalía y dispuso la medida solicitada.
El 21 de junio pasado, aproximadamente a las 21 hs., el
imputado habría estacionado su vehículo a 200 mts del domicilio que alquilaba
su ex pareja. Los hijos de ambos no estaban en la vivienda. Según sostiene la
imputación el sujeto se presentó en la casa armado con un revólver calibre 22
largo, dispuesto a matarla. En ese contexto le acertó seis disparos, terminando
con la vida de Cristina Cayecul.
"Perdón"
La audiencia se realizó en la sala 1, la más chica de las
dos utilizadas por el fuero penal. En la otra tenía lugar un juicio. El espacio
se hizo chico para la cantidad de público presente. Estaban los familiares de
Cristina y también del imputado. El espacio se completaba con profesionales del
Servicio de Asistencia a la
Víctima del Delito, varios policías y algunos medios de prensa.
Cuando todos estuvieron sentados un llanto quebró el silencio. Era el imputado.
Nadie hizo ningún comentario, solo el juez para preguntar si estaba en
condiciones de seguir y luego, para disponer un pequeño cuarto intermedio para
que el imputado se compensara. Escasos minutos después se inició la audiencia.
Ese momento intermedio fue utilizado por el imputado para ir
al baño, seguramente a lavarse la cara. Al volver a entrar, compungido aun, se
dirigió cabizbajo a los padres de la víctima para decir algo entrecortado
"perdón".
La audiencia se desarrolló con una muy detallada y extensa
explicación por la Dra.
Révori del estado de la investigación, algunos resultados
obtenidos de diversas medidas y el análisis de los riesgos procesales. El
defensor expuso su punto de vista y el ofrecer el juez la palabra al imputado,
este solo dijo "quiero pedirle perdón a mi suegro, a mi suegra, a toda la
familia de mi mujer. Si tengo que pagar pago…", su voz iba perdiendo las
pocas fuerzas con las que arrancó. Aun se lo escuchaba ahogado, expresando
angustia. Después de que el juez resolvió, volvió a preguntarle si quería decir
algo más y el imputado manifestó "también a mis hijos, quiero pedirles
perdón".
Los peligros
Tres personas reconocieron en rueda al acusado como la
persona que protagonizó estos hechos. El desenlace fatídico fue el peor modo en
que pudo terminar una historia de violencia de género que se venía dando en el
seno de esa pareja.
Cristina había decidido empezar una nueva vida, salirse del
ciclo de la violencia, pero no pudo hacerlo. En el juzgado de familia se
tramitaron todos los incidentes previos y se había acordado un régimen de
visitas que el imputado incumplió en varias oportunidades.
Révori habló de las características del hecho, de la pena en
expectativa, de los elementos de convicción que ligan al imputado al crimen y
se refirió a los peligros procesales. Sostuvo que el arraigo del imputado es
débil, explicó los motivos y también recordó que tuvo una actitud de fuga
inmediatamente después del homicidio. También fundamentó el riesgo de
entorpecimiento.
El defensor Bruno Deias consintió el pedido de continuidad
de la prisión preventiva, pero cuestionó algunos de los fundamentos dados por la Fiscalía.
Sostuvo que el imputado hoy, luego de someterse a
tratamiento psiquiátrico y psicológico ya no es la misma persona.
El juez entendió que más allá del consentimiento de la
defensa, son válidos los argumentos dados por la Fiscalía, "son
claros, precisos, racionales y concretos". Colabelli dispuso entonces la
continuidad de la prisión preventiva hasta la audiencia preliminar. La Fiscalía cuenta con tres
meses para presentar la acusación solicitando la apertura de juicio.
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