domingo, septiembre 22, 2013

Hospital Regional de Bariloche: “La hija del Che trajo su ‘Operación milagro’”



Por Departamento de Prensa de las Misiones Cubanas en la Argentina

Encabeza una campaña para financiar un centro oftalmológico que funciona en córdoba con el nombre de su padre, el mítico Che. Habló en el hospital.

Al frente de una sala que llenan cerca de 200 personas, de espaldas a una bandera de Cuba y de otra que tiene el rostro de su padre en negro sobre un fondo rojo, Aleida Guevara espera su momento para hablar. Antes un documental de 20 minutos le explica a la audiencia en qué consiste "Operación Milagro" un proyecto médico-solidario sin propósitos comerciales y que tiene su pata en la Argentina. Guevara quisiera que la gente no necesitara recibir de su parte una lección de cómo hay que diferenciar ciertas cosas. Para ella medicina y solidaridad son palabras que van juntas. Que no pueden, por ninguna razón, avanzar cada cual por su lado. Por suerte, esta mujer pediatra con experiencia laboral en medio planeta, comprometida con la causa de su país, está tratando de convencer almas en la Argentina y no en Chile donde arreglar una caries puede costar 200 dólares. Hay un ánimo excelente en la sala. No será Cuba pero el calor humano se hace sentir.

"La salud no es un comercio es un derecho. Yo le pregunto a alguien cuanto dinero pagaría por la salud de su hijo, cierto, no hay dinero que pueda pagarla, por eso la salud debe ser gratis", afirma con convicción Aleida. Su misión por estas horas es la de ser embajadora del proyecto "Operación Milagro". En el marco de ese programa internacional Cuba creó hace unos años en Córdoba el "Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Guevara" para que los ancianos y la gente de escasos recursos pudieran recuperar la vista. El equipamiento, que costó un millón de dólares, los sueldos y los insumos, fueron puestos siempre por el pueblo cubano. Pero la crisis se hace sentir en la isla. La conversión política ha llegado acompañada del quiebre económico que una medida como el bloqueo norteamericano no hace sino acentuar. En este nuevo escenario el Centro dentro de poco perderá el apoyo del país caribeño. Hay amor pero no más plata. Es la razón por el cual Aleida se encuentra en el país y en la zona (hoy parte a Chubut), para hacer conscientes a los argentinos de que tienen un hospital especializado gratuito y eficiente y que si no actúan pronto lo perderán en cuestión de meses. "Es el último año que Cuba lo financiará", alertó Guevara.

Pero en su voz caribeña no había tristeza sino una nota de desafío. Como toda cubana está acostumbrada a enfrentar lo imposible con una sonrisa. En medio de su charla menciona cifras que alientan las esperanzas más íntimas. 850 médicos argentinos egresados en la isla. 10 mil en toda Latinoamérica gracias a los distintos programas implementados por su eficiente sistema educacional. A veces Cuba parece un país extrapolado, como caído de otro universo. Tanto afecto y voluntad derrochados en un mundo tan cruel y egoísta. "Yo Congo tengo adentro, los cubanos somos muy alegres y queremos dar a conocer este proyecto y que se puede seguir. Podemos salvar el hospital, los gobiernos van y vienen, pero el hospital puede quedarse, queremos estimular esta idea", indicó.

Guevara demostró que vive con los ojos bien abiertos. No criticó a la Argentina y a su actual gobierno, con el cual en teoría debería tener puntos en común (más tomando en cuenta que Fidel Castro le manda babitas al nieto de Cristina Fernández de Kirchner), pero tampoco lo elogió. De hecho recordó que estuvo en algunas villas miserias del gran Buenos Aires. "Son barrios imposibles de pensar que pueden tener Argentina y Brasil, países ricos. A mí no me lo creen en Cuba y tengo que llevar una foto", dijo deslizando una mirada severa a la pobreza que florece en el país de la carne, la soja y, ahora más que nunca, del petróleo.

Por momentos la hija mayor del mítico Che Guevara pareció rumbear hacia un discurso de connotaciones cristianas. Es que, como tantos han señalado antes, entre el primer cristianismo, el de los apóstoles, y el comunismo existe más de un punto de contacto. "Debemos ser más solidarios, ver más de cerca, mostrar que se tiene que vivir de otra manera, debemos sostener el respeto, respeto esa palabra que se nos olvida. No ignoremos nuestro origen, yo soy africana y española, como acá son italianos, españoles y mapuches", dijo, nos dijo, a los presentes con la voz y la mirada en llamas. Habló de Cuba, por supuesto. "Cometemos errores pero tratamos de corregir esos errores. Y no permitimos que cualquiera venga a criticarnos. Cómo podría saber yo qué siente la gente acá en Bariloche si no comparto con su pueblo si no estoy junto a su gente", reflexionó. Y de pronto se hizo de noche. Alguien repartió un bono colaboración. Otra persona mencionó que en el sitio www.operacionmilagro.org.ar había información acerca de cómo ayudar a este valeroso y valioso espacio médico del norte. La gente del Grupo Bariloche de Solidaridad con Cuba invitó a todos a participar de sus reuniones. Entonces, como en un acto mágico y final, Aleida Guevara, la médica que ha curado niños en Angola y en Nicaragua, recordó cantando que las luchas del alma no mueren y que lo cortés no quita lo valiente. Nos dejó una flor blanca de regalo para todos.


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