Fuente: 8300web
Foto archivo 8300web (Emiliano Ortiz)
Testigos de la feroz represión del miércoles 28 de agosto
indican que el disparo de plomo que recibió Barreiro afuera de la Legislatura tendría
como objetivo final un mapuche. Un salón incendiado y tres casas quemadas de la
comunidad mapuche Campo-Maripe el viernes 30. Estas son algunas señales que
indican que la mira está en quienes defienden el territorio del avance
destructivo de la
Hidrofractura petrolera: las comunidades mapuche y su
organización política.
Por Kvrvf Nawel
“No vamos a permitir que Chevron ingrese a nuestro
territorio” fue el mensaje en las palabras de voceros de la Confederación Mapuche
el jueves 29, ante más de 10.000 personas que repudiaron la represión del día
anterior y expresaron su rechazo a la Hidrofractura en Neuquén.
Menos de 24 horas después “sorpresivamente” aparecen
quemadas 3 casas de pobladores de la comunidad mapuche Campo Maripe y su Ruka
(casa comunitaria). ¿Accidente o algún rayo circunstancial? Pues no. Es que
esta Comunidad, que vive históricamente en el corazón de la zona más rica en
hidrocarburos de la provincia de Neuquén denominada Vaca Muerta, comenzó una
lucha firme contra la invasión petrolera.
Camiones que entran y salen permanentemente cargados de
petróleo. Camionetas amarillas de seguridad privada que cuidan 24 horas las
instalaciones de las empresas. Caños que transportan los minerales. Animales
que ya no están y maquinarias pesadas que llegan. Sectores contaminados con
desechos tóxicos. Ese es el paisaje del territorio de la Comunidad Mapuche
Campo Maripe, ubicada cerca de la ciudad de Añelo, a 100 kilómetros de
Neuquén capital.
El logko de la
Comunidad, Albino Campo, con mucha rabia e indignación
responsabiliza al gobierno provincial de los incendios. “Guillermo Coco nos ha
tratado de delincuentes y ni siquiera nos conoce ni se acercó a nosotros, el
gobernador Jorge Sapag dijo que éramos unos violentos y su pariente, el
diputado Luis Sapag nos acusó de que solo andamos buscando plata. Pero donde
Chevron quiera poner una torre allá vamos a estar. Este es nuestro territorio y
lo vamos a defender.”
Al momento del incendio de las casas y del salón,
afortunadamente ninguna persona permanecía en su interior.
Sospechas
Como todo acto mafioso siempre hay quienes lo planean y
títeres que lo ejecutan. Y ese accionar tiene un solo objetivo: sembrar miedo.
Natalia Isasa es la werken (vocera) de la Comunidad y describe lo
que se encontraron. “Cuando llegamos estaba todo destruido y lo que no se
quemó, se lo robaron los mismos que incendiaron las casas y la Ruka comunitaria. La
seguridad privada que custodia a la empresa no vio nada. Nosotros estuvimos el
día miércoles en la marcha en Neuquén, el día jueves también y venir el viernes
a encontrarnos con esta situación es muy sospechoso. Quemaron las casas de los
pobladores de la comunidad Campo Maripe y a 20 metros donde hay otra
casa que no pertenece a la comunidad no le paso nada.”
Los autores del incendio supieron discriminar a cada casa,
por lo que saben identificar quién es quién. No fue un hecho aislado como
tampoco improvisado. Es un claro acto de amedrentar para acallar.
YPF se lavó las manos en un comunicado y sostuvo que ellos
ayudaron en reportar el siniestro.
Como es costumbre de los pueblos chicos, cada quien conoce
el grano del otro y la
Comunidad puede identificar claramente a los responsables
materiales del atentado, ligados y amparados por el Movimiento Popular Neuquino
(MPN). Hasta el intendente de Añelo, en declaraciones a la prensa, señala
pistas sobre los autores. La
Comunidad Campo Maripe y la Confederación Mapuche
optan por ser prudentes pero no sonsos. Por eso, junto a más de 100 personas y
organizaciones que conforman la Multisectorial de Neuquén Contra la Hidrofractura,
cortaron la entrada de los pozos no convencionales que opera YPF para exigirle
a la justicia y al gobierno neuquino que siente a los responsables en el
banquillo, y sobre todo, a los autores políticos. La fiscal Gloria Lucero fue
hasta el lugar, constató lo ocurrido y se comprometió a agilizar la
investigación. El corte se levantó pero con la decisión mapuche de profundizar
las acciones en defensa de todas las vidas de la naturaleza.
Uniendo cabos
El 28 de agosto la Legislatura de Neuquén sancionó la Ley Nº 2867 que da luz verde
al escandaloso Acuerdo YPF-Chevron para la explotación de hidrocarburos no
convencionales hasta el año 2048. La famosa “división de poderes de la Democracia” quedo
clara: el poder de las corporaciones petroleras y el Poder del Pueblo
movilizado. Ese día, la represión policial provocó un centenar de heridos con
balas de goma y un herido con proyectil de plomo. Testigos que estaban en el
lugar aseguran que la “bala iba destinada al nutrido grupo de mapuche que estaba
detrás de Barreiro”. ¿Pudo haber sido cualquiera? Pues sí, pero las mismas
personas que estuvieron en la escena del hecho sostienen esa teoría y las dudas
van tomando forma de certezas. La investigación deberá trabajar en esa
hipótesis también.
Es un secreto a voces la participación de funcionarios
provinciales en negociados oscuros que se derivan del petróleo, por lo que
están en juego muchos intereses personales disfrazados de “esperanza neuquina”.
La Comunidad Campo
Maripe y la
Confederación Mapuce de Neuquén se oponen a la Hidrofractura,
técnica nociva para el ambiente y las personas; y eso molesta e interfiere en
los negocios de algunos. No hay otra forma de entender el atentado a las casas
de la comunidad Campo Maripe. La
Comunidad denuncia la contaminación en los medios nacionales,
paraliza los pozos de YPF, toma las oficinas de Chevron en una concesión
clandestina como El Trapial, se manifiesta en las calles de Neuquén y de la
nada sus casas se queman.
En escena aparece nuevamente el desprecio del Ministro de
Energía de la provincia, Guillermo Coco, que lejos de repudiar el acto mafioso
en la Comunidad Campo
Maripe, sostiene que las familias quemaron sus propias casas para victimizarse
y aseguro que no se sentaran con la Confederación Mapuche
que inventa comunidades para obtener riquezas. Coco defiende a uñas y dientes
el Acuerdo petrolero. Más que un funcionario de los neuquinos se lo puede ver
como un vocero de YPF-Chevron.
Desde el gobierno nacional insisten con el
“autoabastecimiento” cueste lo que cueste. Incluso el diputado provincial
Rodolfo Canini, otrora defensor del medioambiente, sostiene que “Neuquén debe
hacer lo posible por el bien del país y la Hidrofractura
controlada es posible”.
La
Hidrofractura significa la destrucción del agua, el aire y la
tierra por la gran cantidad de químicos y los 30 millones de litros de agua que
sacan de los ríos neuquinos. Expertos hablan de su poca rentabilidad y excesivo
impacto ambiental. Mientras en otros lugares del mundo se prohíbe aquí se la presenta
como la salvación y la vida eterna. Las directivas de gobierno están dichas:
Hidrofractura a como dé lugar, corriendo del paso a quién se oponga. Y los
primeros del paso son las Comunidades Mapuche, y la mira les está apuntando.
Nota relacionada: Godoy: “Mi crimen es no ser como ellos”
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario