domingo, octubre 20, 2013

“Educación: ¿Cajonearon denuncia en el Ministerio?”, por Juan Zuoza



Por Juan A. Zuoza *

La semana pasada se le vencieron al ministerio de educación los plazos legales para entregar  información solicitada sobre gravísimas anomalías en el ámbito rural. Todo comenzó con la radicación de una denuncia ante el ministerio de educación por presuntas irregularidades cometidas por el sr. Costa, quien fuera designado a principios de 2013 como director de la escuela 7706 de Piedra Parada y a quien en horario escolar se lo advertía  trabajando  en el noticiero matutino de radio Fénix Esquel, es decir, a 140 km del lugar donde debiera cumplir con su trabajo, como cualquier director de escuela. Se presentaron como pruebas grabaciones consecutivas del programa, entre otras. Su accionar era tan llamativo y evidente que era presumible que su clara vinculación política oficialista lo pudiera estar “habilitando” o haciendo “la vista gorda” para ostentar abiertamente conductas que escaparían a lo que las normativas imponen.

Durante a  la semana siguiente a la  radicación de mi denuncia, sorpresivamente Costa “desapareció” del programa radial y ni siquiera se lo mencionaba. Días más tarde- presumiblemente por algún “visto bueno” recibido desde el ministerio- Costa volvió a la radio con diferentes frecuencias. Si bien dos días serían en compensación por otros trabajados los fines de semana, hay registros de acudir a la radio varias veces más por lo que resulta inentendible en qué momentos cumple con sus obligaciones en la escuela en la que fue designado, ya que la misma se encuentra al menos a dos horas de viaje.

Ante tan llamativas actuaciones, solicité al ministerio de educación -en base a la ley que me ampara- copia de todo lo actuado en virtud de mi denuncia. Vencidos los plazos legales, con una nota evasiva, el ministerio me negó el acceso a información pública en tiempo y forma, dejando en evidencia un posible acto de encubrimiento de irregularidades varias.

Es que en mi pedido de informes, además de solicitar información sobre el seguimiento de la denuncia radicada, pedí información sobre su nombramiento como director “organizador”, como así también sobre los nombramientos que esta persona hizo en esa escuela, presuntamente sin concurso alguno…

Nada de ello fue respondido. Costa fue designado sin concurso y en una situación muy poco clara, ya que se lo designó como “director organizador” de una escuela que ya estaba funcionando hace años y ya estaba “organizada”. Los directores “organizadores” son puestos en funciones “a dedo”, sin concurso alguno, evitando los listados y el orden de prioridades docentes.

Pero lo insólito del caso es que esa escuela secundaria rural ya tenía un director designado desde hace varios años y cuya labor fuera reconocida por el mismo ministerio, tomando a ese establecimiento como “escuela modelo” del secundario rural, ya en épocas de la anterior ministro. Es decir, que de pretenderse cambiar o reemplazar al director había que seguir los pasos que establece el estatuto docente, ese librito que parecieran desconocer las autoridades.

Una vez puesto en funciones, Costa habría designado a varios agentes en cargos de la escuela. Pero la información sobre los llamados a concurso para cubrir esos cargos también me fue negada, dejando asentadas fuertemente las sospechas de designaciones “a dedo”, es decir, nuevamente por fuera de la ley. ¿Si todo se hizo de manera transparente, por qué ocultar la información?

Como si fuera poco, hay versiones de quienes afirmarían haber sido llamados por teléfono para ocupar cargos en esa escuela, donde se les habrían ofrecido cargas horarias elevadísimas por unas pocas horas de trabajo real, e incluso habría situaciones de incompatibilidades.

Pero el ministerio no se preocupó por despejar todas estas dudas, sino que las profundizó al no entregar la información al respecto. Todo ello con el agravante de que mientras el director designado no se encuentra en la escuela, el establecimiento no cuenta con vicedirector, quedando en ocasiones personal del albergue a cargo que no le queda otra opción que firmar documentaciones correspondientes al director.

Yo me pregunto si a esto lo llaman “calidad educativa” y también me pregunto si esto va a formar parte de las jornadas de educación rural a llevarse a cargo el  próximo 31/10 en la localidad de “El Hoyo”, si estos manejos son parte de esa nueva estructura que piensan implementar en la educación rural, y si esto va a ser mostrado por la propaganda oficial como un “logro” del gobierno. Pero ese tema lo voy a tocar en otro momento, con mayor detalle.

Volviendo al “director organizador” que a la vez es locutor de radio en horario escolar a 140km de distancia de su lugar de trabajo, cabe preguntarse… ¿Quién avala todo esto? ¿Por qué no se inició el correspondiente sumario administrativo para investigar lo sucedido y demostrar si es verdad o no todo lo denunciado? ¿Cómo es que ni siquiera me dieron un número de legajo sobre semejante denuncia, como para poder hacer un seguimiento?

La respuesta quizás se encuentre en la simpatía política –totalmente evidente-del locutor cuestionado con el oficialismo.  Y estas sospechas nacen no sólo de la falta de respuestas del ministerio sino también del rol de “locutor oficialista” que parece repetir de memoria los discursos del gobierno en una versión local de bajo presupuesto del programa  678, en un espacio radial con una considerable cantidad de publicidad oficial. Y lo que terminó de afianzar mi sospecha fue nada menos que una nota muy particular que Sergio Costa realizó el jueves último pasado. Mientras todas las escuelas estaban en horario escolar, Sergio Costa entrevistaba al dirigente de Atech Carlos Magno, a quien trató de una manera inaceptable, siguiendo fielmente el discurso oficialista en contra del dirigente. Paradójicamente Costa le reprochaba al dirigente sindical sobre “actitudes incorrectas” en su accionar… “La paja en el ojo ajeno”… dice el dicho…

 Es entonces que  quizás esta falta de respuestas del ministerio alimente las suposiciones de que la tarea de vocero radial oficialista que asumiría Costa, lo convierta en una especie de “intocable” al cual no se le cuestiona su accionar y se le permitirían ciertos “privilegios”.

Pero hay que recordarles a “los intocables”, que por más que en el orden administrativo tengan ciertas ventajas que presuntamente les permitan estar al margen de la ley y las normativas, existe un poder judicial el que tarde o temprano le va a poner los límites. Y somos muchos, muchos y muchos los que estamos hartos de las situaciones de desmanejos de la administración pública y los ministerios en particular, de los abusos y las persecuciones, de los que se creen vivos e intocables.

De hecho, la esposa de Sergio Costa, Laura Isabel Mendoza, cobró durante alrededor de un año y medio un sueldo del Estado  en un cargo directivo de un colegio que nunca existió (colegio 7714), institución fantasma que desapareció de un día para el otro tras haber radicado la denuncia penal correspondiente. La justicia sigue el caso. Esto no termina acá.

* DNI 23.968.540


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