Por Árbol de Pie
Imaginen un malabarista con quince bolas en el aire,
quince bolas...de cristal. ¿Intentaron
pegar el cristal una vez que se ha quebrado? El resultado no es nada lindo,
pero se puede intentar.
¿Intentó alguien recrear un bosque una vez talado?
¿Intentaron recuperar la magia de sus días de verano, tal vez revivir el
susurro del viento en la copa del cipresal?
¿Qué senda
recorrerían nuestros pies en el crepúsculo de un largo día de trabajo, buscando
esa paz que nos permita continuar? ¿Qué extraños pájaros escucharíamos, cuando
aquellos que anidaban en los hijos de la tierra huyan del cemento heredado?
Hace años, Silvio Rodríguez se preguntaba: “¿adónde va la
sorpresa casi cotidiana del atardecer ...dónde fueron a dar tantas hojas del
árbol, acaso nunca vuelven a ser algo...acaso se van?”
Sí, se van... para siempre, al menos en términos humanos.
Tanto nos hemos acostumbrado a que vayan calentando el agua de a poquito, como
la pobre ranita que terminó mal por no reaccionar a tiempo al sentir más y más
calor.
Los bosques se van...y no vuelven, los pájaros se van,
aquello que nos trajo a vivir en este paraíso se va, y no volverá en el curso
de nuestras vidas.
No tiene que ser así, no debe ser así. De esta manera lo han
entendido un grupo de vecinos del barrio Monte Lindo, a la altura del km 6.
Defienden el lugar que eligieron para vivir, se rebelan contra la política de
los “hechos consumados”.
Resulta que desde la punta del Cerro Otto baja un bosque,
como caminando ladera abajo. El
arroyo del medio lo guía, Quinta 51 lo
llaman del faldeo hacia arriba y luce el status de “Área protegida municipal”,
como corresponde. Él no sabe de Avenidas ni alambrados, no entiende por qué lo
protegen del alambre para acá y lo torturan y destruyen del alambre para allá. No
entiende por qué la ex-Secretaria de Planeamiento de la gestión Cascón, Fabiela
Orlandi lo pintó en amarillo para la ley de bosques hasta 300 metros abajo de la Av. De los Pioneros,
protegiéndolo de la extinción y se “olvidó” de él en sus últimas cinco hectáreas.
Él no entiende, nosotros sí y los vecinos también.
A contramano y burlándose de la Carta Orgánica
sancionada en enero del 2007, en cuyo artículo 22 de las Disposiciones
Transitorias dispone suspender las subdivisiones parcelarias al oeste del km cero,
o sea “congelar” su tramitación hasta tanto se apruebe el Plan Estratégico e
Integral de Desarrollo, la Administración Cascón a través de sus
funcionarios políticos del área de Planeamiento, aprobó en julio del 2009 la
subdivisión de esas cinco hectáreas en unidades funcionales de 600 m² de promedio,
condenando a este bosque y su fauna asociada a la desaparición.
En las últimas semanas, los vecinos acompañados por nuestra
organización deciden no aceptar pasivamente esta condena, no aceptar que el poder
político y los capitales especulativos usen a su antojo la normativa cuando les
conviene y la ignoren cuando les traba sus negocios. La semana pasada logramos
detener por pocos días la tala, pero la cuestión de fondo sigue abierta.
Impugnaremos la decisión del Ejecutivo anterior que ignoró nada menos que
nuestra Carta Orgánica, de la misma manera que lo hizo con la ordenanza
1794-CM-07 sobre la Reserva
de Laguna El Trébol, aprobando el Mega-emprendimiento de Las Promesas en un
área no construible.
La nueva
administración por dictamen de Asesoría Letrada 137/2013 obligó al
emprendimiento a adecuarse a la ordenanza. De igual manera, esperamos que los
nuevos vientos políticos sigan soplando hacia el lado de la justicia y del
reclamo popular en este nuevo caso de violación de las normas. Todo pasa y todo
queda en la memoria de la gente.
ASOCIACIÓN CIVIL ÁRBOL DE PIE – PERS. JURÍD. 2589
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