miércoles, noviembre 20, 2013

Organizaciones denuncian el “estado de desprotección” de niños y adolescentes de Comodoro



Enviado por Liliana Murgas

Hace 24 años se consagró internacionalmente la Convención de los Derechos de los Niños y Adolescentes.

Pero aún la letra no es letra viva y encarnada, muchas veces manipulada en discursos y declamaciones que la convierten en una “larga tanda publicitaria” al decir de Alberto Morlachetti.

Por ello  no podemos dejar de reclamar, denunciando  y  visibilizando el estado de des-protección de nuestra niñez y adolescencia en la ciudad, cuando constatamos el funcionamiento de lo que llamamos: “el sistema de protección” hacia nuestros chicos, en todos aquellos aspectos que hacen a un crecimiento y desarrollo saludable: físico, emocional, cognitivo y desde toda su integralidad como personas, sujetos de derechos.
Observamos cómo los diferentes recursos para llevar adelante  las políticas públicas, encuentran serias dificultades para ser efectivos en su funcionamiento: El Servicio de Protección, los programas y acciones a trabajar con niños/as  y adolescentes , sobre todo con aquellos complicados en el ejercicio de la libertad.

Y el derecho a la Educación, totalmente vulnerado por decisiones políticas que no llegan y no se anticipan oportunamente en base a una planificación que no se concreta, dejando a la deriva, año tras año, la continuidad y excelencia que debería existir en la educación pública .

Se suma el proceso de deterioro de servicios del  Sistema de Salud destinados a la población de nuestra ciudad, con  serios obstáculos para cumplir con sus objetivos de promoción, prevención y asistencia  a toda una multitud de demandas tanto familiares como institucionales, en pos de restablecer la salud tanto física como psíquica y emocional.

La Policía Comunitaria, que ha compartido desde sus inicios el paradigma de la protección integral, ha disminuido su capacidad operativa  debido a la  escasez de personal en relación a las demandas, a la ausencia o insuficiencia en las acciones de capacitación solicitadas repetidas veces para el  fortalecimiento institucional las cuales no han tenido una respuesta satisfactoria. Un indicio de lo que sucede ha sido  el reciente traslado de la Comisaría de la Mujer a un lugar inaccesible e  inhabilitado para toda actividad humana.

Y tantos otros servicios que conocemos, enmarcados en condiciones laborales precarizadas, que operan desde el voluntarismo, lo cual pone en peligro la salud de los propios trabajadores: en ese marco la consecuencia inmediata es la renuncia de numerosos profesionales y por ende el descenso en la calidad y cantidad de las intervenciones, desmantelándose los diferentes equipos.

Con estas realidades, nos preguntamos el lugar que ocupa la Infancia en la agenda política.

Debemos comprender que se trabaja con personas: niños, niñas, adolescentes y sus familias y que ello amerita el mayor respeto y la más categórica profesionalidad.
Un Estado Presente es aquel que jerarquiza sus Políticas Públicas y toma decisiones de fondo que superen los intereses de las gestiones de turno.

Sabemos, que el cambio y la transformación viene de la mano de acciones a mediano y largo plazo, de inversiones en tiempos institucionales, de presupuestos que dignifiquen: el trabajo técnico-profesional, los espacios, los insumos y los recursos materiales. El cuidado de los equipos, su capacitación, su desenvolvimiento. La articulación interdisciplinaria e intersectorial. Y tantos otros aspectos que no necesariamente implican dinero.

Por ello:

El Estado tiene un rol indelegable e insustituible para propiciar y fortalecer las políticas públicas destinadas a la Infancia. Y deberá arbitrar todos los medios posibles para concretarlas. No hay excusas ni demoras para hacerlo.

“No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño de quien dependen la supervivencia y estabilidad y el progreso de todas las naciones, de hecho, de la civilización humana” (Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, 30/09/90).

No es posible seguir  penando por los recursos necesarios ni argumentar por razones presupuestarias para plasmar en hechos las acciones necesarias para favorecer el crecimiento y desarrollo saludable de las familias y de sus niños, niñas y adolescentes. En particular de aquellos sectores más desprotegidos de la sociedad.

No es un mero hecho folklórico recordar que la Convención de los Derechos de los Niños (*)”asegura a todos nuestros pibes el derecho a la vida. Es decir: juego, escuela, salud, vivienda y la ternura del pan. El no cumplimiento de estas leyes implica una violación a nuestros derechos humanos consagrados en la Constitución Nacional.”

Desde la Sociedad Civil ratificamos una vez más, nuestro compromiso de aportar, desde nuestras particularidades, al trabajo a favor de un crecimiento y desarrollo saludable de nuestros niños, niñas y adolescentes, pero sabemos que no tenemos en nuestras manos la posibilidad de resolver todos los problemas que los aquejan, solo mitigarlos apenas. Pero sí entendemos que hay quienes tienen  la decisión de realizar los cambios necesarios para que los niños en su totalidad, puedan vivir con dignidad. Queremos acompañar y velar por esos cambios.
“Por eso debemos permitirnos soñar y luchar por un tiempo donde el ser niño sea un privilegio. No estamos lejos, ni cerca de ese futuro, estamos en el tiempo exacto para diseñar la tierra y el cielo que queremos”
(*)extracto del boletín Pelota de Trapo/Agosto 2007/Nº 186.

20 de Noviembre del 2013,Comodoro Rivadavia

Adhieren:
Biblioteca Popular “Jaime de Nevares”
Biblioteca Popular “ Elum Duham”
Voluntariado Hospital Regional
Foro Ambiental y Social de la Patagonia
Pastoral Social-Dióc. Com. Riv
.CeViof/PROCAPI
Red de Mujeres Nuevo Milenio

Fundación ANAHI
Asociación Civil Tribu Solidaria "TRISOL"

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