Por Lino Pizzolon *
Lo extremadamente grave del blanqueo municipal del centro de esquí construido por el empresario Simeoni en tierras fiscales y al margen de las normas vigentes (ocupación sin permiso, tala de bosques no autorizada, carencia de estudio de impacto ambiental), es que alienta y consagra la política de los hechos consumados; es una invitación a que las personas con cierto poder continúen burlando leyes y normativas que a otros se les hace respetar a rajatabla. Al aprobarlo se sembró una muy mala semilla, y como se sabe este tipo de semillas tiene consecuencias.
En centro está construido en un lugar clave de acceso al anfitearo Huemules, un paisaje de bosques prístinos, risqueros y arroyos de aguas cristalinas que descienden de sus alturas, conformando un escenario de insuperable pureza y belleza paisajística.
Traer precisamente extranjeros a un sitio de estos, en tiempos en que está en curso literalmente el asalto a la alta montaña y a los últimos rincones vírgenes del planeta, simplemente para hacer buenos negocios, ciertamente que no es un buen negocio, excepto para unos muy pocos. En un lugar casi desprotegido, fuera de la vista de la gente, sin controles eficaces y en un país carente de la legislación necesaria, sólo un necio tragaría el discurso de lo reducido (hoy) del centro. Quien está en la función pública no puede dejar de ver este hecho en perspectiva.
Las cabeceras de cuenca son los sitios más frágiles y delicados de la alta montaña y tienen una importancia desmedida en relación con su tamaño, sobre la calidad y la cantidad de agua río abajo. El bosque de lengas es una zona de protección absoluta, asunto de seguridad nacional número uno en países montañosos como Suiza. La alta montaña fue y es un lugar sagrado. Debe ser de todos y se debe proteger como tal. ¿Qué será cuando ya no queden lugares a donde ir a retomar el contacto con el mundo natural y con el aire puro? ¿Cuando esté todo cercado de alambrados y guardias armados?. Lo que menos necesita esa zona es otro Tinelli, lagos y ríos privatizados por criadores de ciervos, o de cualquier otro “desarrollo”, o mejor dicho manoteo de lo que es de todos.
Vecinos expresaron en el Concejo Deliberante su rechazó al convenio. Pese a esto, el convenio fue aprobado. (Foto: Federico Ovidi) |
Vale la pena agregar aquí con un estracto del reciente Informe 2013 sobre el agua en Patagonia 2013, cuyo texto completo puede verse en: http://observatoriodelagua.org.ar/?page_id=336
“La singular y prodigiosa asociación Tierra-Agua que conforman la Patagonia Argentina, merece la atención social y política urgente, que lo reflexione, consensúe socialmente, planifique e incorpore en dimensión conveniente y sustentable como Hábitat social rural, que la proyecte como asiento de múltiples comunidades en modelos de urbanismo rural de escala acotada y protegiéndola estrictamente.
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La presión de los intereses inmobiliarios y de los inversores, ha sido marcadamente fuerte en la región andina ….... la administración de las tierras fiscales, la indispensable discrecionalidad y corrupción administrativa que impulsó y garantizó cobertura e impunidad en el tráfico de tierras, algunas en ambientes en extremo frágiles. Este marco administrativo permitió que un minoritario sector social, empresarial y corporativo, asociado al poder político, avanzara significativamente sobre el control de territorios estratégicos tanto en áreas naturales protegidas como áreas de frontera, de incidencia geopolítica.
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Muchas de las transacciones investigadas, algunas de tierras fiscales y otras privadas, nacen y progresan violando una o varias restricciones legales en su desarrollo: el Código Civil, Leyes del indígena, de Procedimiento Administrativo, de Medio Ambiente, de Bosques, de Ordenamiento Territorial, de Áreas Naturales Protegidas, de carta Orgánica, Ordenanzas y Resoluciones Municipales, etc, haciendo del hecho consumado (a menudo un destrozo del ambiente natural, una tala rasa de bosque nativo, secado de mallines, o el cambio de cauces de ríos, etc.) una metodología que permite avanzar la obra pretendida y obstaculice la resolución judicial, incluso del Superior Tribunal de Justicia, presionando con la acción e inversión realizada sobre los tiempos de la administración de justicia, erosionando el poder de esta o complicando en la maniobra a funcionarios que deben obrar
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En este marco llamaba la atención la presencia creciente de extranjeros como beneficiarios de las transacciones de extensiones considerablemente grandes, en particular zonas de bosque andino patagónico con lagos, costas de lagos y ríos con sus nacientes en su interior (Ted Turner, Joseph Lewis, Douglas Tomkins, Huber Gosse, GOLCU I.S.A., etc.) al punto que las denuncias en todo el país merecieron la dedicación del poder político nacional y provincial, generándose así la Ley Nacional 26737, que restringe y limita transferencias de tierras rurales a ciudadanos y empresas extranjeras.
También la extensión de la arbitrariedad alcanza a concesiones oficiales de explotación turística sofisticada o de alta gama, como extensos cotos de caza, o el ski de travesía, con la asociada habilitación de servicios perturbadores en ambientes intactos, como el Heliskiin o Snowcatskiin, en áreas naturalmente delicadas e inestables, como glaciares, permafrost o mantos níveos en altas cumbres. Estas situaciones de daño ambiental quedan fuera de la observación y evaluación del común de los habitantes de la región, e incluso de la información oficial. Sin embargo esas poblaciones circundantes padecerán las previsibles consecuencias del usufructo de un bien natural de su entorno ….
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Mientras las investigaciones prosiguen, muchas en ámbito judicial que imputó a ex funcionarios públicos, se va develando una compleja y densa trama de intereses entre inmobiliarias, empresas, funcionarios, intermediarios, testaferros y presión sobre pobladores originarios, entre las que no faltan crudas sospechas de dudosas muertes “convenientes” para la concreción de algunos “negocios”.
…...... Vincular estas operaciones financieras no es tarea de legos, pero si lo es cuidar, denunciar, exigir a los funcionarios públicos, aportar información y organizarse en la comunidad para proteger de manera conjunta la armonía con la naturaleza, la que garantizará el soporte de la vida, incluida la nuestra, en la región.”
* Docente e investigador universitario
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