Enviado por Lamgen Patagonia
Un barco fletado por la argentina Rhasa está en la mira de la justicia por el derrame en las costas de Chubut. Por detrás, se esconde un negocio de Enarsa y PDVSA, quienes explotan la petrolera y podrían adquirirla en sociedad este mismo año.
Por Nicolás Fiorentino
Cuando las primeras miradas por el derrame de petróleo en Chubut apuntaban a dos de las principales operadoras de petróleo de la zona, Pan American Energy y Petrobrás, la aparición de la empresa argentina Rhasa bajo el ojo de la sospecha abrió un nuevo panorama en el caso. Más aún, al tratarse de una firma manejada por el Estado argentino.
El 18 de enero de 2007, varios diarios daban cuenta de la siguiente noticia: “Enarsa y PDVSA manejarán las operaciones de la petrolera Rhasa”. Si, las mismas empresas estatales involucradas en el “valijagate” vuelven a unirse ahora en otro escándalo.
Según el contrato firmado en Río de Janeiro en la cumbre del Mercosur del verano pasado entre el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el ministro de Energía y Minas venezolano y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez Carreño, ambas nacionales se hacen cargo del manejo de las operaciones de la refinadora y distribuidora de combustibles Rhasa. Además, el escrito incluye una opción de compra de más de 31 millones de dólares.
La estatal dirigida por Exequiel Espinosa ya estaba presente en la compañía privada, con quien la unía un contrato de alquiler por 1,3 millones de dólares mensuales. Pero en enero de 2007 se unió PDVSA y se agregó la claúsula que incluye una opción de compra.
Rhasa fue, en su momento el objetivo “por descarte” en el que incurrió Venezuela. Luego de alcanzar un nivel de obsesión importante para instalarse en el país, y fracasar en sus intentos de hacerse con las bocas de expendio de Shell y Esso, cayó en Rhasa, donde se unió a la estatal argentina Enarsa.
Ahora, el interés de la unión bilateral por quedarse con Rhasa habría avanzado en forma importante. Tanto, que una deuda impositiva por 32 millones de dólares (poco más que el precio de venta consignado) que no le permitía a la petrolera ponerse a la venta quedó sugestivamente destrabada. La deuda, era con la AFIP:
El buque sospechado
El buque cuestionado, que pertenece a Antares Naviera y según trascendió operaba para la petrolera Rhasa, fue retenido en Campana. Aunque hay otros barcos en la mira de la Justicia, a éste en particular se le harán pericias para determinar si fue el responsable del derrame. Voceros del gobierno que intervienen en el caso confirmaron la información a La Política Online: “El buque detenido de Antares estaba fletado por Rhasa”.
La fuente confió que el estado del buque está en pésimas condiciones, anclado, donde tiene su refinería Rhasa, para ser enviado a China, a desguace. De allí, por orden judicial, no puede moverse.
De todos modos, los peritos todavía intentaban establecer el lugar exacto en el que se produjo la mancha ya que esto será clave para identificar a la embarcación que sufrió la pérdida del crudo. Para ello, se han encargado todo tipo de pericias e imágenes satelitales que serán analizadas en la Secretaría de Ambiente de la Nación, en el ministerio de Ambiente de la Provincia, en la Municipalidad de Comodoro Rivadavia y en la Justicia Federal.
Según el diario La Auténtica Defensa, de Campana, el barco no tendría doble tanque para la carga y descarga de combustible, como lo estipula la legislación. Si esto se confirma, las sospechas crecerían: es que, al no contar con doble tanque, el buque tendría que hacer descargas mientras espera una nueva provisión.
Además, el mismo barco fue el protagonista de un incidente producido hace diez años: unas veinte personas resultaron heridas por una fuerte explosión que se produjo en la caldera del buque cuando estaba amarrado en la base naval de Puerto Belgrano.
De Campana a Venezuela
Rhasa, sigla de Rutilex Hidrocarburos Argentinos Sociedad Anónima, es una petrolera de capitales argentinos, perteneciente a la marplatense familia Sambucetti y la única operadora del mercado local que aún mantiene 100 por ciento de capitales argentinos.
Rhasa fue fundada por Jorge Alberto Sambucetti, un ex transportista de combustibles de Esso, que adquirió un complejo en Campana que pertenecía a Fabricaciones Militares.
Allí, Rhasa posee una pequeña unidad de destilación primaria –capaz de procesar 7 mil barriles diarios–, en la que produce esencialmente gasoil, una playa de 57 tanques, con capacidad para almacenar 97 mil metros cúbicos, y un puerto propio de 250 metros de frente, sobre el Paraná de las Palmas y a 72,5 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, habilitado para la carga y descarga de buques tanque. Según su sitio oficial, está “emplazada en una zona industrial, ocupa aprox. 90 hectáreas de superficie, con 9.600 m2 de instalaciones”.
Rhasa inauguró su primera estación de servicio en 1995. Hoy controla 140 puntos de venta, de los que unos 40 son propios y el resto pertenece a terceros.
También participa en competencias deportivas. Provee de combustible al Turismo Nacional, al Turismo 4000 Argentino, Turismo Pista y a otras categorías del mundo automovilístico. En 1998 -y por un lapso de tres años- RHASA acompañó al Turismo Carretera firmando un convenio con la ACTC por medio del cual sus naftas fueron preferidas como combustible oficial en todas las categorías.
Incluso incursionó en el fútbol revolucionando una categoría. Fue cuando el club Villa Dálmine, que participa de la primera división C del fútbol argentino y quien lleva en su pecho la sponsorización de la empresa de Sambucetti, formó el equipo de los “cinco magníficos”, cuando una inversión importante llevó a ex jugadores de renombre en la Primera División –Mario Pobersnik- y algunos con paso por la Selección Nacional - Pedro Troglio, Roberto Monserrat, Raúl Cardozo y José Basualdo-, obteniendo el torneo Apertura.
http://www.lapoliticaonline.com/index.php?id=23&tx_ttnews[tt_news]=6756&tx_ttnews[backPid]=16&cHash=e26482a2a3
Un barco fletado por la argentina Rhasa está en la mira de la justicia por el derrame en las costas de Chubut. Por detrás, se esconde un negocio de Enarsa y PDVSA, quienes explotan la petrolera y podrían adquirirla en sociedad este mismo año.
Por Nicolás Fiorentino
Cuando las primeras miradas por el derrame de petróleo en Chubut apuntaban a dos de las principales operadoras de petróleo de la zona, Pan American Energy y Petrobrás, la aparición de la empresa argentina Rhasa bajo el ojo de la sospecha abrió un nuevo panorama en el caso. Más aún, al tratarse de una firma manejada por el Estado argentino.
El 18 de enero de 2007, varios diarios daban cuenta de la siguiente noticia: “Enarsa y PDVSA manejarán las operaciones de la petrolera Rhasa”. Si, las mismas empresas estatales involucradas en el “valijagate” vuelven a unirse ahora en otro escándalo.
Según el contrato firmado en Río de Janeiro en la cumbre del Mercosur del verano pasado entre el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el ministro de Energía y Minas venezolano y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez Carreño, ambas nacionales se hacen cargo del manejo de las operaciones de la refinadora y distribuidora de combustibles Rhasa. Además, el escrito incluye una opción de compra de más de 31 millones de dólares.
La estatal dirigida por Exequiel Espinosa ya estaba presente en la compañía privada, con quien la unía un contrato de alquiler por 1,3 millones de dólares mensuales. Pero en enero de 2007 se unió PDVSA y se agregó la claúsula que incluye una opción de compra.
Rhasa fue, en su momento el objetivo “por descarte” en el que incurrió Venezuela. Luego de alcanzar un nivel de obsesión importante para instalarse en el país, y fracasar en sus intentos de hacerse con las bocas de expendio de Shell y Esso, cayó en Rhasa, donde se unió a la estatal argentina Enarsa.
Ahora, el interés de la unión bilateral por quedarse con Rhasa habría avanzado en forma importante. Tanto, que una deuda impositiva por 32 millones de dólares (poco más que el precio de venta consignado) que no le permitía a la petrolera ponerse a la venta quedó sugestivamente destrabada. La deuda, era con la AFIP:
El buque sospechado
El buque cuestionado, que pertenece a Antares Naviera y según trascendió operaba para la petrolera Rhasa, fue retenido en Campana. Aunque hay otros barcos en la mira de la Justicia, a éste en particular se le harán pericias para determinar si fue el responsable del derrame. Voceros del gobierno que intervienen en el caso confirmaron la información a La Política Online: “El buque detenido de Antares estaba fletado por Rhasa”.
La fuente confió que el estado del buque está en pésimas condiciones, anclado, donde tiene su refinería Rhasa, para ser enviado a China, a desguace. De allí, por orden judicial, no puede moverse.
De todos modos, los peritos todavía intentaban establecer el lugar exacto en el que se produjo la mancha ya que esto será clave para identificar a la embarcación que sufrió la pérdida del crudo. Para ello, se han encargado todo tipo de pericias e imágenes satelitales que serán analizadas en la Secretaría de Ambiente de la Nación, en el ministerio de Ambiente de la Provincia, en la Municipalidad de Comodoro Rivadavia y en la Justicia Federal.
Según el diario La Auténtica Defensa, de Campana, el barco no tendría doble tanque para la carga y descarga de combustible, como lo estipula la legislación. Si esto se confirma, las sospechas crecerían: es que, al no contar con doble tanque, el buque tendría que hacer descargas mientras espera una nueva provisión.
Además, el mismo barco fue el protagonista de un incidente producido hace diez años: unas veinte personas resultaron heridas por una fuerte explosión que se produjo en la caldera del buque cuando estaba amarrado en la base naval de Puerto Belgrano.
De Campana a Venezuela
Rhasa, sigla de Rutilex Hidrocarburos Argentinos Sociedad Anónima, es una petrolera de capitales argentinos, perteneciente a la marplatense familia Sambucetti y la única operadora del mercado local que aún mantiene 100 por ciento de capitales argentinos.
Rhasa fue fundada por Jorge Alberto Sambucetti, un ex transportista de combustibles de Esso, que adquirió un complejo en Campana que pertenecía a Fabricaciones Militares.
Allí, Rhasa posee una pequeña unidad de destilación primaria –capaz de procesar 7 mil barriles diarios–, en la que produce esencialmente gasoil, una playa de 57 tanques, con capacidad para almacenar 97 mil metros cúbicos, y un puerto propio de 250 metros de frente, sobre el Paraná de las Palmas y a 72,5 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, habilitado para la carga y descarga de buques tanque. Según su sitio oficial, está “emplazada en una zona industrial, ocupa aprox. 90 hectáreas de superficie, con 9.600 m2 de instalaciones”.
Rhasa inauguró su primera estación de servicio en 1995. Hoy controla 140 puntos de venta, de los que unos 40 son propios y el resto pertenece a terceros.
También participa en competencias deportivas. Provee de combustible al Turismo Nacional, al Turismo 4000 Argentino, Turismo Pista y a otras categorías del mundo automovilístico. En 1998 -y por un lapso de tres años- RHASA acompañó al Turismo Carretera firmando un convenio con la ACTC por medio del cual sus naftas fueron preferidas como combustible oficial en todas las categorías.
Incluso incursionó en el fútbol revolucionando una categoría. Fue cuando el club Villa Dálmine, que participa de la primera división C del fútbol argentino y quien lleva en su pecho la sponsorización de la empresa de Sambucetti, formó el equipo de los “cinco magníficos”, cuando una inversión importante llevó a ex jugadores de renombre en la Primera División –Mario Pobersnik- y algunos con paso por la Selección Nacional - Pedro Troglio, Roberto Monserrat, Raúl Cardozo y José Basualdo-, obteniendo el torneo Apertura.
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