martes, julio 15, 2008

Uno a uno: crónica del Colectivo Bocatoma


Por Colectivo Bocatoma

(Puerta E) unoAuno: Empate! Diría Daniel de Les Luthiers… pero noooooo… en algún que otro buscador de internet también se puede encontrar alguna explicación a su significado, dícese: La Ley de Convertibilidad del Austral (Ley Nº 23.928) fue sancionada el 27 de Marzo de 1991 por el Congreso de la República Argentina, durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, bajo la iniciativa del entonces Ministro de Economía Domingo Cavallo, y estuvo vigente durante 11 años.

De acuerdo a ella, se establecía a partir del 1 de abril de 1991 una relación cambiaria fija entre la moneda nacional y la estadounidense, a razón de 1 (un) Dólar estadounidense por cada 10.000 (diez mil) Australes, que luego serían reemplazados por una nueva moneda, el Peso Convertible, de valor fijo también en U$S 1.

Basta!!! Quiero dinero… quiero dinero… cantaría en los ochenta un Luca Prodan agresivo y provocador. Pero vamos a dejar los ochenta de lado para entrar a los noventa.

Esta era una nueva propuesta del colectivo Bocatoma de la ciudad de Trelew. Lugar, comedor universitario. El evento denominado “unoAuno” traería recuerdos de los años noventa, de cuando todo era distinto, el trabajo artesanal de los fanzines, la música de esa época, no existía internet tanto como se usa ahora y todo era más difícil de conseguir. Pero esta noche conseguí recuperar algunos conceptos que ya estaban llenos de tierra y telaraña o por lo menos los tenía olvidados. No olvidados por voluntad propia, quizás olvidados por el impacto de nuevos conceptos y soportes que se vienen modificando en el arte de la comunicación año a año. Año a año. Uno a uno.

La consigna en ingles era “Do it yourself”, “Hazlo tu mismo”. Y es en este punto donde apenas entrabas al lugar, llámese comedor de la universidad, una seudo secretaria vestida discretamente -o sea, no tenía pollera para que mostrase las típicas piernas largas- le tomaba los “datos imaginarios” a cada una de las personas y los mecanografiaba en la maquina de escribir Remington. Gracias a un carbónico este registro quedaba automáticamente duplicado. Una vez ingresados los datos, cortaba el original y se lo daba a la persona de los “datos imaginarios”. Y te decía: guárdelo que más tarde le servirá. Con el duplicado, a medida que iba cambiando de hoja cuando ésta se llenaba, los recortaba y los introducían todos juntos y todos apretados en una bolsa, para mas tarde ser sorteadas varias sorpresas entre los presentes.

A ambos costados de la maquina de escribir se podía observar varios objetos, uno era una latita larga como de lápices donde depositaba la plata de la colaboración como así también los ingresos por venta de fanzines. El otro objeto era un recipiente parecido al gabinete que se encuentra en las cajas de los mercados chicos de barrio pero sin sus separadores de billetes, en este se podía apreciar dos paquetes de yerba y varios atados de cigarrillos cerrados de distintas marcas. Ambos objetos y su contenido serian/serán donados a los internos del Centro de día de salud mental del Hospital zonal de Trelew. En cualquiera de los dos casos eran colaborativos -no se si existe esta palabra-.

Las mesas continuas eran las tiendas de fanzines y discos. Había una extensa y variada recopilación de fanzines, que por muy pocas monedas podías adquirir un ejemplar. Ejemplares de todo tipo y formato, y sobre todo caseros, acá aparece una de las consignas “Do it yourself”. En aquella época uno mismo elaboraba su propio material. Devuelta en la tienda había que comprar rápido. Al cabo de media hora ya quedaban mucho menos. Primero se fueron los mas originales en cuanto a lo que es diseño de tapa y formato, como por ejemplo “Diario de un guacho” de Pablo Calfunao de la ciudad de Cholila. Para lo último ya solo quedaban los clásicos hoja A3 doblados al medio, pero no por este diseño son de pobre contenido.

La siguiente mesa era la tienda de discos. La gente de Unification de Comodoro Rivadavia es la encargada de ofrecerle al público discos de bandas independientes que no pueden encontrarse en el ambiente del circuito comercial. Bandas como 107Faunos, Negusa Negast y otras mas que ahora no recuerdo adornaban la tienda. Precios accesibles teniendo en cuenta que se trata de material original.

A un costado se encontraba el material fotográfico de Diego Danese de la ciudad de Puerto Madryn. Dicho material fue “cortado” especialmente para la ocasión del evento organizado por el Colectivo Bocatoma. Y así se podían observar delicados paisajes de las calles cotidianas por donde transita este fotógrafo. Y cuando digo delicados paisajes no me refiero a una puesta de sol, sino mas precisamente a cuadros pictóricos que a nuestros ojos se les escapan. Bajo el ojo Danese, se podía charlar con el autor sobre las mismas e intercambiar pensares y opiniones.
En la otra punta de la recepción se encontraban en exhibición originales de “Linaje insurrecto, la ira de Ryhoja” de Alan Jones. Una serie de cómics con un trazo bastante especial y delicado. Mensajes de protesta.

Mientras pasaba todo esto, que una mecanógrafa te pregunta tus “datos imaginarios”, fanzines y discos volando por tu cabeza, fotografías pictóricas e instalaciones, había en el aire un aroma a guitarras veloces. Se trataba nada mas y nada menos de una proyección en pantalla gigante de “La canción sigue siendo la misma” de la legendaria banda de rock Led Zeppelin. Mas tarde este DVD se sortearía entre el publico presente mediante los papelitos que contenían cada uno de los “datos imaginarios” del publico. Ver en pantalla gigante y con un excelente sonido a esos monstruos del rock a uno se le secaba la garganta, entonces ahí no mas te ibas hasta el buffet y te comprabas un litro de cerveza por diez pesos o un vaso de fernet por el mismo valor. Mas tarde este elixir de bebidas llegaría a su fin. Los organizadores de la movida nunca tuvieron en cuenta el éxito que tendrían esa noche, la cantidad de gente que se sumo fue tal que agotaron mas de mil novecientos noventa litros de cerveza y otros tantos de fernet. Cuando estas bebidas se acabaron sacaron a relucir las famosas y ponderadas “damajuanas”. Para todo esto ya la gente se conformaba con cualquier cosa, pero no pienso llegar hasta el final por que falta mencionar un par de cositas más.

Volviendo a la proyección gigante, al costado de ésta se encontraba el ya clásico marco de cuadro de pintura, que como recordamos, bien se lucio en el primer Bocatoma llamado “Casa Abierta” como así también en su segundo encuentro llamado “Toma 2”. Este cuadro tiene la particularidad de empezar con su lienzo totalmente en blanco, y a medida que transcurre la noche este va siendo modificado mediante pinturas, pinceles, marcadores y todo tipo de herramienta por su propio publico, digamos que es un “publico nómada” o mejor dicho un público “artista” nómada. Este cuadro también fue sorteado al finalizar la noche con el mismo sistema que se sorteo el DVD, sistema “datos imaginarios”.

A otro costado se encontraba la instalación del Topo. Una malla cima de construcción formando un círculo, en su interior se encontraba colgado un mameluco de color azul con los brazos en alto. De fondo una tela pintada simulaba estar en el mismo centro de la plaza de Trelew. Todo esto formaba una composición, quizás, como si fuera una geografía de alguna obra publica de la ciudad.

A lo largo de toda la noche uno tenia que salir a tomar aire a cada rato, ya que era mucha la gente que se encontraba en el lugar, que por ello se concentro de manera exagerada el calor. Así que un poquito de “aire” y devuelta al ruedo de esta emocionante movida que la gente de Bocatoma nos deleito.

Termino la proyección de Led Zeppelin para continuar con la banda de hip hop/rap “El Crazy”, oriunda de la ciudad de Rawson. Bajo las manos del excelente dj Sudaka, dos chicos que bien podrían tener entre 17 y 20 años de edad, rapeaban a un ritmo vertiginoso y contagioso, como así también agresivo y contestatario pero a su vez muy pegadizo, de esos que te hacen mover los piecitos y te sacan una sonrisa al ver que el publico esta chocho de alegría. El “loco” hizo mover y saltar a la cantidad de chicos que se encontraban en el salón del comedor. Termino El Crazy para dejarle espacio a los chicos/publico de Breack “street” Dance. En el medio del salón se fue abriendo un círculo, ni grande ni chico, lo necesario para que los chicos demuestren sus habilidades para bailar este ritmo monótono del hip hop. Saltos, verticales, puntas de cabezas en el piso y todo su cuerpo dando vueltas sobre si mismo como si fueran un rombo. Acrobacias. Solo con sus cuerpos. Nada más. Dj Sudaka les pinchaba los discos y ellos revoloteaban -esta palabra también?- pasos al ritmo con sus cuerpos.

Fijaos en la combinación, saltamos de Led Zeppelin al hip hop!!!. Luego del hip hop vendría una de las bandas mas esperada de la noche teniendo en cuenta que hacían covers de Nirvana, banda de rock grunge/agresivo que por los noventa los hizo famosos con temas como Smells like teen spirit o Lithium o Polly. La banda que se presentaba esta noche haciendo dichos covers se llama Pen Flat y es oriunda de la vecina ciudad de Gaiman. Prolijos al momento de tocar, con un sonido no muy bueno -que esperabas? es una banda de rock-. Y un cantante bien galenso que ladraba al estilo de Kurt Cobain. La banda sonó muy bien toco lo que tenía que tocar y lo que el público esperaba de ella y se fue. Fue como un ventarrón de melancolías noventonas de cuando uno giraba por ahí buscando bandas de rock. No importaba el estilo, pero si importaba que sonaran fuerte. Y así fue como lo hicieron los chicos de Pen Flat. Se lucieron y hasta lograron que se haga un pequeño, humilde y tímido pogo. Es ahí donde devuelta se te mueven los pies y te vuelven a sacar una sonrisa. Bandas como estas tienen que existir siempre y hay que darles espacio, como así también a los chicos de El Crazy y al Breack Dance. La combinación de las mismas logra un mestizaje gustoso de disfrutar. Todas en un solo compás.

Cocina sténcil: seudo taller improvisado en la cocina del comedor, donde se estampaban de forma gratarola stencil del colectivo Bocatoma en las remeras de quien lo quisiera. Como el éxito de la noche era tal, la gente se sacaba la remera o buzo y se las daba a Francisca, la chica encargada del taller, para que ella escrachara las pilchas. En un momento me asomo por la ventanita por la cual vendían las bebidas y Francisca tenia una treintena de remeras colgadas secándose. Hasta donde se pudo observar tenia tres stencils diferentes. Uno del “unoAuno” con dos maquinas de videojuegos de esas antiguas que se la ponía en marcha con una ficha. Otro stencil era el de la figura de un niño con el brazo en alto y la frase “back to kultura fanzine-DIY”, estas siglas son la de la consigna “Do it yourself”. Y el otro stencil es del segundo encuentro Bocatoma “Toma 2”, la figura de una nena con su perro. Ya a lo último Francisca estaba completamente rebalsada de laburo y cansadísima, sino fuera por los chicos de la organización que iban y venían y le daban una mano no hubiese podido demostrar el arte del stencilismo. Gracias Francisca por tu arte.

Movimientos como éste, o los organizados por la gente de Calamarensutinta de Puerto Madryn, como así también Conjunto de muestras de la organización de Puerto Pirámides, dan gusto verse. La diversidad de artistas y disciplinas hacen de estos encuentros que a uno le den ganas de trabajar en nuevos proyectos individuales, para que estos se vuelvan a encontrar todos juntos y así potenciar el arte de la región, siendo éste rico en libertad de expresión.

Ya concluida la noche y agotados, todavía les queda el arduo trabajo de limpiar el comedor y dejarlo en perfectas condiciones para que el lunes los estudiantes universitarios puedan degustar de un almuerzo del tamaño de sus bolsillos, libre de impuestos y libre de humo.

gracias juan por la crónica! Nos le agregamos una fotitos...

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