Opinión: “La concentración de poder político en Chubut”, por David Patricio Romero

Por David Patricio Romero *

La imputación de autoritarismo es quizá la primera que recibe cualquier gobierno al poco tiempo de iniciarse. El autoritarismo es una calificación de amplia interpretación y de difícil refutación. Cualquier hecho menor puede ser utilizado para colgarle el “sambenito” de autoritario aún al más manso. A su vez su indiscriminada y abusiva utilización lleva en definitiva al desprestigio del término y su excesiva laxitud hace imposible tener límites que prefiguren un concepto al cual recurrir para encuadrar una determinada conducta política. Pero a pesar de toda esta precaución conceptual no todo es inasible. Un gobierno de facto es de por sí autoritario. Al eliminar el Parlamento garantiza la no existencia de disidencias. O que las disidencias no tengan expresión institucional. Y las reprime. Los tres poderes del sistema republicano de gobierno quedan en una sola autoridad. En los sistemas formalmente democráticos ello es difícil pero no imposible, aunque esta afirmación represente en si misma una contradicción.

Todos los días acontecen circunstancias en nuestra Provincia que van profundizando un camino sobre el que aún los más desatentos están tomando nota. La postura planteada por el gobierno provincial de autoritarismo necesita día a día alimentarse para poder seguir permaneciendo de dicha forma. El autoritarismo requiere elevar su intensidad cada vez que le fuere cuestionado algún hecho. No puede esperarse una postura reflexiva por parte del autoritario ante una situación determinada en que se le indique las falencias de la misma. Así fuera una decisión injusta va a avanzar recurriendo a la mentira, al engaño, al fraude cuando no a la violencia. Luego cuando las condiciones – económicas, sociales, políticas, etc. - no sean tan favorables estas cuatro formas suelen pasar a ser la forma normal de gobernar.

Pero para que ello ocurra será necesario contar con algunas condiciones que aseguren su continuidad.

En la etapa en que se encuentran nuestras comunidades han de ser requisitos ineludibles contar, además del Poder Ejecutivo, con el manejo del partido gobernante, con el dominio del poder legislativo que le asegure todas las mayorías que fueren necesarias para las distintas circunstancias, con el manejo del poder judicial y con el acompañamiento pacífico cuando no connivente de los medios de comunicación.

Estas circunstancias o condiciones se están dando en nuestra Provincia y posibilitan la cooptación de la estructura institucional para ponerla al servicio del proyecto.

Bueno en principio el manejo del partido político se presenta como una normalidad, aunque hemos de referir algunas consideraciones dado que también son instituciones que la constitución a reconocido dentro del sistema republicano.

Del análisis de las restantes circunstancias indicadas cabe decir que nuestra Provincia posee condiciones “naturales” dada la forma en que está estructurado el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.

Lo del Ejecutivo podemos decir que es normal por ser unipersonal aunque existen los gobiernos con sistemas parlamentarios, que en nuestro País no se da en ninguna provincia.

El legislativo es el que equilibra el poder político en una comunidad con un Ejecutivo tan fuerte. Pero Chubut cuenta con uno de los peores sistemas legislativos cuando no el peor de la Argentina, en cuanto a su representatividad. No existe representación proporcional hoy admitida de distintas formas en todas las provincias. En Chubut cualquiera fuere el porcentaje que se obtenga en una elección quien gana, aunque fuere por un voto de diferencia, posee el 60% de los diputados. Sobre 27 le corresponden 16.

No ingresaré por no corresponder a esta nota sobre la actual composición – 2007/2011 – de la Legislatura provincial

Ahora bien, con estos dos poderes en sus manos es muy difícil a un gobierno escapar a la tentación que deviene del uso del poder político. Después de la reforma constitucional de 1994 que admitió la reelección por dos períodos consecutivos, no existió ningún gobernador que no quisiera repetir, cuando no intentaron hacerlo por tercera vez.

Es decir que se necesita también la existencia del dato personal de quien ejerce o de quienes ejercen el poder político.

Pero en Chubut en esta instancia se ha superado todo lo existente hasta el momento. Ha habido un aprovechamiento coyuntural para poder abordar y tomar para si el máximo organismo del Poder Judicial como es el Superior Tribunal. En una muy cuestionada, en su legalidad, ampliación de los ministro de este organismo se los llevó de 3 a 6 miembros, que los designó este Poder Ejecutivo.

Luego vino la remoción del Procurador Fiscal existente mediante juicio político y la designación de uno nuevo en forma inmediata. Por supuesto todas las designaciones son de la mayor confiabilidad del gobierno.

Corresponde acotar que el juicio político citado careció de fundamentación alguna y solo tenía por objeto lograr tan importante cargo sobre todo con la vigencia del nuevo Código Procesal en lo Criminal donde el Ministerio Público Fiscal se ha transformado en pieza fundamental de la persecución penal. O no.

Los medios de comunicación de la Provincia del Chubut han sido en forma casi total cooptados. La connivencia con el gobierno es casi absoluta. No existe lugar para expresar las disidencias. Esto es así con la sola excepción de diarios “on line” en Rawson, Comodoro Rivadavia y Esquel y alguna que otra FM.

A lo dicho cabe apuntar también que organismos de control como la Oficina Anticorrupción y la Defensoría del Pueblo se encuentran ocupadas por fieles aliados del gobierno.

En consecuencia podemos afirmar con poco margen de error que en la actualidad – 2008 - la totalidad de la estructura institucional del Chubut se halla sometida a la autoridad del Poder Ejecutivo.

En el partido oficial Justicialista toda disidencia ha sido acallada. Dirigentes con representación, historia, referencia e inserción “en las bases” han sido de a poco reemplazados por gente que nunca pasó por una unidad básica. Quizá Trelew sea lo más paradigmático en este sentido.

Una política similar se dio a la hora de cubrir los cargos de la estructura de la administración provincial. Los cuadros partidarios fueron prácticamente barridos de los mismos y esto es mostrado por el Jefe del Poder Ejecutivo como un logro. La carencia de inserción en la militancia de los nuevos funcionarios los transforma prácticamente en empleados con lo que se tiene asegurada la obediencia.

La legislatura provincial en su actual composición ha demostrado su voluntad de no trascender más allá del funcionamiento burocrático. Pero a la hora de responder a los requerimientos del Poder ejecutivo responde, como en el caso del juicio político al Procurador Fiscal de la Provincia.

En la justicia provincial con la designación de un afín en este cargo – Procurador Fiscal – quedó completado un seguro dominio de todo el aparato por parte del Gobernador.

Podrá discutirse la gradualidad del autoritarismo en la Provincia del Chubut, pero de lo que no queda duda es sobre la concentración del Poder Político en una sola mano.

Ahora bien, cabe preguntarse que si se es autoritario por sola voluntad de serlo o si también se tiene que contar con asentimientos para que ello pueda ser posible? Mejor dicho si además de las condiciones formales, existen en una comunidad sectores que les conviene que exista un gobierno autoritario.

Entonces aparecen los intereses económicos encabezando esta sección. El fulminante proceso que vivimos en la firma y aprobación de los contratos petroleros con la Pan American Energy puede ser tomado como un ejemplo. Desde la comunicación a la población de la existencia del acuerdo hasta la firma y aprobación en la legislatura de los contratos no pasó más de un mes. Muy difícil su concreción con las enormes irregularidades que poseían sino no se cuenta con el manejo casi irrestrictos de estos poderes. Luego se hallan los contratistas del Estado que son poderosos en una provincia donde la obra pública es por lejos uno de los principales pilares de su economía. A estos también les conviene un gobierno autoritario a otro que tenga el “vicio” de hacer cumplir con las normas que rigen la materia, como ser licitaciones, controles, etc. que garantizan la legalidad, legitimidad, transparencia – que palabra!! – y los dineros del pueblo.

Dentro de este sector indudablemente se hallan también los medios de comunicación. Pero con una incidencia fundamental en el mantenimiento del “status quo”. Aseguran la inexistencia de la disidencia, siendo la desinformación lo “normal” y el elogio y ponderación a la función gubernamental lo diario y permanente.

Esto recién se inicia por lo cual puede llegar a ser exagerado la comparación con experiencias de otras provincias que en democracia llegaron a perpetuarse. Como ser el caso de Santiago del Estero que tuvo que ser rescatada mediante el expediente de la intervención de la Nación.

Para que ello no suceda o se extienda va ser difícil soslayar en el futuro, que tiene que ser lo mas inmediato posible, la reforma de instituciones claves. El pueblo de Chubut tiene que tener garantizada la pluralidad en su Parlamento. La reforma total de su sistema y la adopción de la representación proporcional se impone. Quien quiera tener mayoría que el pueblo se la otorgue. Sino tendrá que respetar la voluntad del mismo y convivir con la pluralidad que es lo que va a evitar la concentración del poder.

Va ser muy difícil no revisar todas las designaciones en el Superior Tribunal de Justicia efectuadas durante esta época. En este sentido es bueno seguir el ejemplo de lo realizado por el gobierno nacional asumido en el año 2003 con la Corte Suprema menemista.

Lógicamente que la dolorosa experiencia va a sugerir mucha mas soluciones para salir y evitar su repetición. Temas sobre la situación económica y social principalmente van a ser insoslayable. Pero entiendo que esto es lo mínimo para asegurar primero terminar con aventuras autoritarias y luego dar una solución de continuidad al proceso democrático que aún con sus fallas, carencias y contradicciones nos asegura la posibilidad de seguir avanzando en paz.

* Trelew, Septiembre 2008.
D.N.I. Nº 07.325.268