Enviado por Roberto Lewis
Por Roy Centeno
Uno se siente muy bien habiendo nacido y crecido en el territorio del Chubut, y para más fue a primer grado inferior aquí en el Chubut sin que lo de inferior le quite mérito a la cosa, pero lo que lo mata a uno es que en realidad esto que ahora es la provincia del Chubut no se tendría que llamar así sinó que, si se hubieran respetado los usos de la costumbre, ésta región del mapa argentino se tendría que llamar CHUPAT como le decían los tehuelches antes de que vinieran los galeses. Que llegaron aquí antes que los porteños.
Y a los galeses les hubiera encantado radicarse en el Chupat, por que habían hecho buena amistad con los nativos, que incluso aprendieron a decir algunas cosas mitad en galés y mitad en tehuelche. Si un chico tehuelche perdía su honda decía “glemm a huitru”. Es decir, mitad en galés y mitad en tehuelche.
Pero cuando en Buenos Aires se enteraron de que entre las zonas al este de la Cordillera de los Andes sobre las cuales se tenía un sentido de propiedad, pero todavía no se había hecho nada con ellas, había una región a la que los nativos la llamaban Chupat pero cuando los remilgosos porteños tuvieron que hablar sobre esas tierras, les pareció impropio llamarlas Chupat, que era como decían los nativos, porque chupat sonaba muy parecido a chupar que en castellano sonaba muy parecido a Chupar, verbo indigno que significaba beber en exceso, cosa que muchos hacían en todas partes y por eso ellos decidieron cambiarle de nombre a la región y en vez de llamarla Chupat la llamaron Chubut .
Y ahora, unos 200 años después, todos estamos hablando del Chubut, palabra que ninguno de nosotros sabe que significa, pero si significa algo impropio, no nos preocupemos, los porteños van a cambiar la traducción.
Y si los porteños tuvieron razón en el asunto de chupar, porque no le cambian de nombre a Gaiman que en lengua tehuelche quiere decir piedra de afilar y como afilar en el castellano coloquial es andar en amoríos y andar en amoríos a veces trae consecuencias inaceptables, y por lo tanto lo podrían llamar “pueblo de las curvas”, pero las curvas a veces también traen consecuencias.
Pero no es cuestión de pensar que sería mejor, que fuéramos república aparte, como hace algunos años se pensó, por que ya se sabe que la unión hace la fuerza. Y que Buenos Aires se encargue de los problemas internacionales. La práctica ha demostrado que estuvimos bien en no hacer el cambio, entre otras cosas por que parece que en la zona de Gran Buenos Aires se dan mas tiroteos que por estos barrios.
Además hay otra cosa. ¿De donde habrán sacado los porteños de aquellos tiempos que chupat era un verbo reprobable. Por empezar tal palabra no existe en el idioma castellano, y vaya uno a saber que quería decir en el idioma tehuelche de aquellos tiempos. Además cambiarle el nombre a la zona era una cosa que con el correr del tiempo iba a perder importancia. Antes, allá por el 1810 a muchas chicas le habían puesto Eufrasia de nombre, y hoy una chica preguntaría si podía acusarlos a sus padres de daños y perjuicios.
Pero como dicen en los noticiosos, así son las cosas y se las hemos contado. Además antes un tipo empinaba el codo de más y se iba a dormir. ¿El trabajo? Voy mañana…no hay que pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Al contrario, ningún tiempo pasado fue mejor sino que lo que pasa es que con el correr del tiempo hay que corregir las cosas malas que pasan y fomentar las cosas buenas.
Antes para verla a la Domitila había que ensillar el zaino, galopar un ratito y llegar a la casa de ella, donde la mama ejercía su vigilancia y después, casorio, para encontrar novedades o no, y los dos se tenían que acostumbrar a una vida en común.
Ahora es mejor. Uno puede charlar con ella en auto, con los vidrios levantados, irse de noche a la discoteca sin que haya temas prohibidos por que ahora todas las cuestiones serias las tratan en la tele y hasta recomiendan remedios.
Uno tendría que poner cambiar de fecha de nacimiento, y elegiría 1960… Pero hasta eso ha cambiado. Ahora estamos meta ceros.
Por Roy Centeno
Uno se siente muy bien habiendo nacido y crecido en el territorio del Chubut, y para más fue a primer grado inferior aquí en el Chubut sin que lo de inferior le quite mérito a la cosa, pero lo que lo mata a uno es que en realidad esto que ahora es la provincia del Chubut no se tendría que llamar así sinó que, si se hubieran respetado los usos de la costumbre, ésta región del mapa argentino se tendría que llamar CHUPAT como le decían los tehuelches antes de que vinieran los galeses. Que llegaron aquí antes que los porteños.
Y a los galeses les hubiera encantado radicarse en el Chupat, por que habían hecho buena amistad con los nativos, que incluso aprendieron a decir algunas cosas mitad en galés y mitad en tehuelche. Si un chico tehuelche perdía su honda decía “glemm a huitru”. Es decir, mitad en galés y mitad en tehuelche.
Pero cuando en Buenos Aires se enteraron de que entre las zonas al este de la Cordillera de los Andes sobre las cuales se tenía un sentido de propiedad, pero todavía no se había hecho nada con ellas, había una región a la que los nativos la llamaban Chupat pero cuando los remilgosos porteños tuvieron que hablar sobre esas tierras, les pareció impropio llamarlas Chupat, que era como decían los nativos, porque chupat sonaba muy parecido a chupar que en castellano sonaba muy parecido a Chupar, verbo indigno que significaba beber en exceso, cosa que muchos hacían en todas partes y por eso ellos decidieron cambiarle de nombre a la región y en vez de llamarla Chupat la llamaron Chubut .
Y ahora, unos 200 años después, todos estamos hablando del Chubut, palabra que ninguno de nosotros sabe que significa, pero si significa algo impropio, no nos preocupemos, los porteños van a cambiar la traducción.
Y si los porteños tuvieron razón en el asunto de chupar, porque no le cambian de nombre a Gaiman que en lengua tehuelche quiere decir piedra de afilar y como afilar en el castellano coloquial es andar en amoríos y andar en amoríos a veces trae consecuencias inaceptables, y por lo tanto lo podrían llamar “pueblo de las curvas”, pero las curvas a veces también traen consecuencias.
Pero no es cuestión de pensar que sería mejor, que fuéramos república aparte, como hace algunos años se pensó, por que ya se sabe que la unión hace la fuerza. Y que Buenos Aires se encargue de los problemas internacionales. La práctica ha demostrado que estuvimos bien en no hacer el cambio, entre otras cosas por que parece que en la zona de Gran Buenos Aires se dan mas tiroteos que por estos barrios.
Además hay otra cosa. ¿De donde habrán sacado los porteños de aquellos tiempos que chupat era un verbo reprobable. Por empezar tal palabra no existe en el idioma castellano, y vaya uno a saber que quería decir en el idioma tehuelche de aquellos tiempos. Además cambiarle el nombre a la zona era una cosa que con el correr del tiempo iba a perder importancia. Antes, allá por el 1810 a muchas chicas le habían puesto Eufrasia de nombre, y hoy una chica preguntaría si podía acusarlos a sus padres de daños y perjuicios.
Pero como dicen en los noticiosos, así son las cosas y se las hemos contado. Además antes un tipo empinaba el codo de más y se iba a dormir. ¿El trabajo? Voy mañana…no hay que pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Al contrario, ningún tiempo pasado fue mejor sino que lo que pasa es que con el correr del tiempo hay que corregir las cosas malas que pasan y fomentar las cosas buenas.
Antes para verla a la Domitila había que ensillar el zaino, galopar un ratito y llegar a la casa de ella, donde la mama ejercía su vigilancia y después, casorio, para encontrar novedades o no, y los dos se tenían que acostumbrar a una vida en común.
Ahora es mejor. Uno puede charlar con ella en auto, con los vidrios levantados, irse de noche a la discoteca sin que haya temas prohibidos por que ahora todas las cuestiones serias las tratan en la tele y hasta recomiendan remedios.
Uno tendría que poner cambiar de fecha de nacimiento, y elegiría 1960… Pero hasta eso ha cambiado. Ahora estamos meta ceros.
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