Enviado por Familia Galván
Fuente Indymedia
La última vez que se lo vio a Luciano fue el 31 de enero cuando se dirigía a la casa de su hermana Vanesa, una compañera de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).
Desde el instante mismo de su desaparición Vanesa sospechó de la delegación policial del barrio, pues en reiteradas ocasiones, policías de este lugar habían amenazado a su hermano con frases como: negrito de mierda a vos te vamos a cargar, o, vas a terminar con un tiro en el pecho (mientras le apoyaban un arma en esa zona del cuerpo).
Durante 30 días nada se supo de él, hasta que finalmente un chico del barrio se quebró y contó lo que sabía: este chico, se había encontrado con un compañero del secundario quien le contó que había estado detenido en el Destacamento Policial de Lomas del Mirador (Indart 106) junto a Luciano, y que ambos había sido reventados a palos por la policía. Este muchacho lo vio a Luciano aparentemente muerto en la delegación, y por ello se encontraba realmente asustado. Esta declaración puso en evidencia la inoperancia de la UFI Nº 7, actuante en el caso hasta el viernes 13 de febrero cuando la Fiscalía General de La Matanza le retiró la causa para darle intervención a la UFI Nº1. Es que la justicia es parte de un sistema en el cual la seguridad que importa es la de los ricos, y no la del pueblo trabajador que sufre la mano dura, el gatillo fácil, los secuestros en redes de prostitución, entre otras aberraciones.
Algunos datos más reafirman la hipótesis de la responsabilidad policial en la desaparición forzada de Luciano. La primera denuncia por la desaparición de Luciano la realiza su madre y los policías se negaron a darle una copia, cuando Vanesa fue a reclamar esta copia, los policías se demoraron en dársela, y la que le dieron tenía la hora en que ella lo fue a buscar y no la hora en que se había producido la denuncia. Además ese día la familia pudo ver como la delegación estaba siendo limpiada y constataron el fuerte olor a lavandina que había.
El titular de esta reaccionaria asociación (de apellido Lombardo) se vanagloria de haber conseguido que se instale esta delegación. Pero desde que ésta se instalo, su única funcionalidad es amedrentar y golpear constantemente a los pibes del barrio que no roban para la policía. Pues se sabe que la policía cooptaba pibes a los cuales les liberaban la zona para que robaran para ellos. O sea, algunos vecinos del barrio toman como referente a este neo-fascista y le agradecen estas conquistas, sin darse cuenta de que ellos mismos podrían ser víctimas del accionar de esta delegación. Además del rol represivo que ya de por si tiene este lugar hacia los vecinos mas pobres del barrio.
El último tiempo hemos visto como los medios masivos de comunicación, emprendieron una campaña a favor de la “mano dura”, y cómo convocaban masivamente a la fracasada marcha reaccionaria del 18 de marzo. Son estos mismos medios los que silencian el caso de Luciano, así como los cientos de casos de gatillo fácil, y abusos que la policía acomete diariamente contra el pueblo pobre y trabajador. Mientras tanto, continúan en funciones más de 9 mil efectivos de la policía que actuaron durante dictadura, y desde la asunción de los Kirchner en 2003, hubo más de 1000 muertos por casos de gatillo fácil y tortura, es decir un pibe asesinado cada día y medio.
Nota relacionada: Desaparecido en Chubut: marcha y pintadas por la aparición con vida de Iván Torres
Fuente Indymedia
La última vez que se lo vio a Luciano fue el 31 de enero cuando se dirigía a la casa de su hermana Vanesa, una compañera de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).
Desde el instante mismo de su desaparición Vanesa sospechó de la delegación policial del barrio, pues en reiteradas ocasiones, policías de este lugar habían amenazado a su hermano con frases como: negrito de mierda a vos te vamos a cargar, o, vas a terminar con un tiro en el pecho (mientras le apoyaban un arma en esa zona del cuerpo).
Durante 30 días nada se supo de él, hasta que finalmente un chico del barrio se quebró y contó lo que sabía: este chico, se había encontrado con un compañero del secundario quien le contó que había estado detenido en el Destacamento Policial de Lomas del Mirador (Indart 106) junto a Luciano, y que ambos había sido reventados a palos por la policía. Este muchacho lo vio a Luciano aparentemente muerto en la delegación, y por ello se encontraba realmente asustado. Esta declaración puso en evidencia la inoperancia de la UFI Nº 7, actuante en el caso hasta el viernes 13 de febrero cuando la Fiscalía General de La Matanza le retiró la causa para darle intervención a la UFI Nº1. Es que la justicia es parte de un sistema en el cual la seguridad que importa es la de los ricos, y no la del pueblo trabajador que sufre la mano dura, el gatillo fácil, los secuestros en redes de prostitución, entre otras aberraciones.
Algunos datos más reafirman la hipótesis de la responsabilidad policial en la desaparición forzada de Luciano. La primera denuncia por la desaparición de Luciano la realiza su madre y los policías se negaron a darle una copia, cuando Vanesa fue a reclamar esta copia, los policías se demoraron en dársela, y la que le dieron tenía la hora en que ella lo fue a buscar y no la hora en que se había producido la denuncia. Además ese día la familia pudo ver como la delegación estaba siendo limpiada y constataron el fuerte olor a lavandina que había.
El titular de esta reaccionaria asociación (de apellido Lombardo) se vanagloria de haber conseguido que se instale esta delegación. Pero desde que ésta se instalo, su única funcionalidad es amedrentar y golpear constantemente a los pibes del barrio que no roban para la policía. Pues se sabe que la policía cooptaba pibes a los cuales les liberaban la zona para que robaran para ellos. O sea, algunos vecinos del barrio toman como referente a este neo-fascista y le agradecen estas conquistas, sin darse cuenta de que ellos mismos podrían ser víctimas del accionar de esta delegación. Además del rol represivo que ya de por si tiene este lugar hacia los vecinos mas pobres del barrio.
El último tiempo hemos visto como los medios masivos de comunicación, emprendieron una campaña a favor de la “mano dura”, y cómo convocaban masivamente a la fracasada marcha reaccionaria del 18 de marzo. Son estos mismos medios los que silencian el caso de Luciano, así como los cientos de casos de gatillo fácil, y abusos que la policía acomete diariamente contra el pueblo pobre y trabajador. Mientras tanto, continúan en funciones más de 9 mil efectivos de la policía que actuaron durante dictadura, y desde la asunción de los Kirchner en 2003, hubo más de 1000 muertos por casos de gatillo fácil y tortura, es decir un pibe asesinado cada día y medio.
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