domingo, julio 05, 2009

“El Rey León”, por Bernardita Bielsa


Por Bernardita Bielsa *

La subespecie de mayor tamaño habita en el sur de Argentina y Chile, es de pelaje más denso, de color rojizo, y pueden excepcionalmente llegar a pesar hasta 120 kg. El puma es un depredador - generalista – oportunista, para lo cual requiere de cientos de hectáreas para su supervivencia (un adulto puede necesitar hasta 1.300 km²), pudiendo recorrer a diario muchos km en busca de alimento. Come de todo incluso vegetales; sabe pescar, atrapar aves, ciervos, cuises, liebres, lagartijas, etc., y si bien puede variar su dieta de ser necesario, debe comer entre 3 y 4 kg de carne diarios.

Es un experto escalador, puede correr hasta a 55 km por hora en trechos cortos, y aunque no está asociado y le tiene cierta aversión al agua, puede nadar. Es más activo en torno al amanecer y al anochecer, pero puede deambular también en horas diurnas. Posee un fuerte olfato y visión nocturna. Sus patas delanteras tienen cinco dedos y las traseras cuatro, y sus huellas pueden medir de 19 a 27 cm, delatando el faltante de las uñas tan características de los perros, ya que en este caso son retráctiles.

SORPRESA Y ½

“Debido al crecimiento de las zonas urbanas, las poblaciones de pumas se superponen cada vez más con las zonas habitadas por el hombre. Los ataques contra humanos son raros, ya que para este felino el reconocimiento de la presa es un comportamiento aprendido, y en este sentido no perciben en general a los seres humanos como víctimas. []Los ataques contra las personas, el ganado y los animales domésticos pueden ocurrir cuando el puma se habitúa al hombre. Sin embargo se han registrado 108 ataques confirmados en personas con una veintena de muertes en América del Norte desde 1890, cincuenta de los cuales se produjeron desde 1991 a la fecha.[][ ]El densamente poblado Estado de California ha sido testigo de una docena de ataques desde 1986 (después de sólo tres ocurridos entre 1890 y 1985), de los cuales tres de ellos fueron mortales”. (1)

El puma está en el último escalón de la cadena alimentaria y es un cazador nato. Ataca de sorpresa, y se ha comprobado que las agresiones de pumas a seres humanos han aumentado su frecuencia en los últimos años, lo que ha motivado que Parques Nacionales de Canadá y Estados Unidos, tuvieran que tomar medidas al respecto para evitar incidentes, y poner en resguardo la vida humana. Como medidas precautorias se hicieron folletos, se dieron charlas para capacitar a su personal, y las recomendaciones son expuestas de forma permanente en sitios visibles en refugios, campamentos, y senderos, alertando y previniendo en especial a montañistas, excursionistas, pescadores, acampantes, y patrullas de rescate.

EL OTRO DRÁCULA

El puma es cazador de emboscada y acecho. Trepa a los árboles, se esconde, aguarda, y espera antes de dar un poderoso salto hacia la parte trasera de su presa y así asfixiarla con una mordida en el cuello. Tiene una columna vertebral flexible que lo ayuda en su técnica de matar, y se lo ha visto arrojarse desde 15 metros de altura y dar saltos de hasta 12 metros de largo. Es mimético y se oculta por lo general además de la copa de los árboles, en pajonales y también en cavidades rocosas.

Sólo frente a un hambre extraordinario ataca el ganado. Hace un mayor esfuerzo si escasea el alimento, yendo a zonas más expuestas y ataca animales de corral y otros que se encuentren a su alcance, sobre todo los recién nacidos y los que aparenten o se vean enfermos. Se ceba y continúa con esa práctica noche tras noche, de allí el malestar de pobladores y hombres de campo que lo acusan de matar ganado menor. Al puma le gusta beber sangre por eso ejecuta a varias ovejas o corderos por noche, y es lo primero que consume apenas abatida su presa.

CUERPO A CUERPO

Las estadísticas indican que los ataques a personas son más frecuentes durante los fines de la primavera y el verano, cuando los juveniles abandonan a sus madres y van en la búsqueda de nuevos territorios. En menor medida son viejos ejemplares, incapacitados ya de cazar por sus propios medios, hembras con crías, y excepcionalmente machos adultos. La presencia del hombre puede influir en su forma de vida, y es su principal enemigo junto con los perros. Rara vez lucha a no ser que esté herido o acorralado. Un puma puede atacar si es acorralado, si huye de un ser humano, si se estimula su instinto para cazar, si una persona se hace la muerta, o lo que es peor, le da la espalda para salir corriendo. Cuando un puma ataca, muerde el cuello, encajando sus dientes entre las vértebras y la médula espinal, y lesiones en el cuello, cabeza y espalda son comunes, y a veces mortales.

Si se encuentra con un puma, es inútil salir corriendo, subirse a un árbol o a una roca para ponerse a salvo; él reacciona y corre más rápido que usted, y trepa con más agilidad. RESISTA el ataque como sea, ármese de valor, y enfrente el animal buscando en todo momento el contacto visual y gritando lo más que pueda. Tome cualquier cosa para parecer más grande e intimidante, ábrase la campera o camisa y tire palos, piedras, herramientas, o lo que tenga o haya a su alcance.

Al enfrentarlo aumente la amenaza, trate de permanecer erguido evitando caídas, y nunca se acuclille, se siente o se arrodille ya que al hacerse más pequeño podría crear la impresión que se trata de una presa común de cuatro patas, en vez de un típico ser bípedo, que no es presa para el puma. Responda al ataque si se es atacado con patadas y golpes de puño; se ha sabido que una patada bien dada en la nariz funciona, ya que la misma es su punto más débil. Haga que el puma se retire, REPLIEGUE su lucha y la abandone, y recién cuando se haya desactivado el estímulo de ataque RETROCEDA entonces usted hacia lugares mas seguros.

UN GATO QUE SILBA

El puma, al igual que los gatos domésticos, no puede rugir, y sí vocalizar algunos bajos, silbidos agudos, gruñidos, ronroneos, así como gorgojeos y silbidos. Algunos de sus nombres comunes hacen referencia a sus gritos, aunque a veces se suela pensar que los mismos son llamadas de otros animales.

En el bosque andinopatagónico se ha podido comprobar que es posible de escuchar a pumas que imitan voces y otros chillidos de la lechuza bataraz (Strix rufipes rufipes), confundiendo al ocasional caminante. Un dato no menor para tomar ciertos recaudos, ponerse en alerta y porque no, en resguardo, ya que es el propio puma quien se delata a sí mismo y avisa que está presente en el área.

Y POR CASA COMO ANDAMOS

En la comarca andina son constantes los relatos de presencia de pumas no sólo a través de vestigios (fecas, huellas, etc.), sino también avistajes de machos solitarios o hembras con cachorros, tanto en rutas asfaltadas como en ascensos a refugios, y en zonas como El Foyel, El Manso, lago Steffen, sendero a Los Hitos en el Parque Nacional Lago Puelo, Rinconada de Nahuelpan, etc., llegando en algunas ocasiones a bajar al valle acechando en sitios cercanos a lugares poblados. Si bien es cierto que no se sabe de ataques de pumas, sería muy conveniente se tomaran algunas medidas al respecto, sobre todo en informar y capacitar a personal que está a cargo de campings agrestes, refugios y otros.

Entre no pocos expertos caminantes de este edén inhóspito, se suele escuchar decir que con el puma “no pasa nada”, pero subestimar un supuesto enemigo no es conveniente y nos pone en desventajas. Los pobladores sin embargo parecen ser más prudentes, respetan al “lion”, no se descuidan, y siempre andan a caballo con sus perros y facón puesto en su cintura, presto a salir de la vaina de ser necesario. Por algo será.

Nunca está demás recordar que somos nosotros quienes estamos ingresando al territorio del puma y no viceversa, y que de ocurrir algún evento, se estará fuera del alcance de cobertura de celulares, lejos de una ambulancia y de atención médica. Y más que nada saber que se tiene que volver sano y salvo de la montaña, porque como dice Reinhold Messner (el mejor escalador que ha dado la especie humana): “Estoy seguro de que la verdadera clave para entender el montañismo es el regreso. Significa que si te encuentras en un lugar difícil, en un lugar peligroso, si estás a punto de morir, y te recuperas, entonces sientes que se te han ofrecido nuevas oportunidades, que renaces. Y es en ese momento cuando te das cuenta realmente que la vida es el mayor don que se nos ha dado”. (2)

HOMBRE PREVENIDO VALE POR DOS: RECOMENDACIONES

EN SU CASA: Si vive en zona rural cierre completamente un espacio para jardín, el que debe estar libre de vegetación baja para evitar que haya escondites. Tenga algún tipo de iluminación en lo posible con sensores de movimiento. Sepa que el puma rara vez ataca los caballos (porque evita sus patadas) o a bovinos adultos (por su cornamenta). No deje sueltos perros y otros animales domésticos, no los suelte hasta que haya completa luz del día, y no les dé de comer fuera de la casa.

EN EL CAMPAMENTO: Cuide sus espaldas siempre que haga sus necesidades al aire libre, buscando lugares altos donde tenga visión, o busque protección y apoyo en troncos de árboles. No haga vivac a menos que pueda mantener el fuego prendido durante las horas de oscuridad. No deje nunca comida o restos de ella a la intemperie.

EN LA MONTAÑA: No camine solo de noche en picadas o senderos. Calcule sus andanzas previendo hacer los ascensos o descensos en horas con luz solar. Si es inevitable, hágalo en compañía, con luz de linternas, y produzca el mayor ruido posible o pegue gritos y risotadas fuertes cada tanto. El bullicio es una buena forma de ahuyentarlo. No deje restos de comida en picadas o cumbres de cerros que puedan atraerlos.

PATRULLAS DE RESCATE: Si por razones extraordinarias debe circular por picadas o senderos en horas nocturnas, deberá hacerlo con luz de linternas, aparatos de radios prendidas, y mediante la compañía de perros guardianes.

LOS NIÑOS PEQUEÑOS SON PRESA FÁCIL Y POR LO TANTO MUY VULNERABLES: Se sabe que el puma al atacar habrá medido su tamaño con el de su presa, y los niños pequeños por su estatura y peso son presa fácil. No permita de ningún modo que los menores de edad, y niños pequeños deambulen solos y por su propia cuenta en áreas boscosas, o inhóspitas. En senderos de montaña, ubíquelos de tal forma de que haya adultos adelante y atrás, y no deje que queden rezagados. “Los niños están en mayor riesgo de ataque, y con menos probabilidades de sobrevivir a un encuentro. Una detallada investigación de los ataques de pumas antes de 1991 mostró que el 64% de todas las víctimas y casi todas las víctimas mortales eran niños”. (1) []

SI ANDA EN BICICLETA O SE ENTRENA EN AREAS SILVESTRES: Al menos esté consciente de que su movimiento puede causar el reflejo "caza y mata" del animal, por lo que su actividad puede ser particularmente riesgosa.

(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Puma
(2) National Geographic en español. Nov. 2006 19 N 5. De cómo Reinhold Messner, el mejor alpinista del mundo, tuvo la voluntad de romper sus propias barreras. Caroline Alexander

* DNI 13.057.402

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