Por Orlando Cea *
Foto: Puerta EUna vez más un conflicto social sorprende a nuestra comunidad, es la situación de los trabajadores del Frigorífico Esquel SA donde algunos de ellos han recibido por estos días en forma sorpresiva su telegrama de despido y el “vocero” y abogado de la patronal manifiesta a los medios de prensa el cierre sin más de la única industria frigorífica de la localidad dejando sin trabajo a mas de 40 familias en forma directa y otras tantas indirecta.
Las versiones acusadas por la patronal son de fuerza mayor y/o falta o disminución de trabajo (Art.247 LCT) pretendiendo así evadir responsabilidades, entre otras, de carácter económicas ya que el citado artículo establece para esos casos, el pago del 50% de las indemnizaciones laborales a sus trabajadores.
El tema en cuestión no es aplicable con la sola invocación sino que además debe ser demostrado, cosas que por los hechos conocidos y la trayectoria de años anteriores no obran antecedentes de crisis preventiva, una disminución de gastos ó suspensiones de personal; Ni siquiera en la actualidad, ya que lisa y llanamente se optó – palabras dichas por su representante legal- por el cierre definitivo como una decisión – de manera irrefutable- ya tomada.
Lo cierto es que lo único palpable en esta primer semana de idas y vueltas en torno a este conflicto es la sorpresa e intranquilidad, fundamentalmente en los trabajadores ya que están siendo excluidos de la población económicamente activa, pasando a ser desempleados, con las consecuencias económico-sociales que eso implica..
Motivos que hayan desencadenado en esta decisión unilateral de la patronal pueden haber sido muchos, lo que sí queda claro es que los de índole económico-financiero no son los principales – la pérdida de una zafra de liebre no puede dar por tierra con mas de 20 años de ¿ganancias?- motivo por el que a estas horas pensar en una eventual ayuda o asistencia de este tipo a la empresa, no daría solución al problema sino que, debería buscarse por el lado de nuevos inversores que quieran hacerse cargo de esta planta en funcionamiento, pensar en la intervención estatal asociada a privados con un gerenciamiento compartido o ya más difícil de lograr, una cooperativa de trabajadores al estilo de las “fábricas recuperadas” que actualmente funcionan en nuestro país, dado las características de funcionamiento que tiene esta planta hasta la fecha, esto último es de por sí más difícil de lograr, ya que por más ganas y buena voluntad que los trabajadores –no dudo- tengan, en la actual situación de crisis particularmente en esta actividad, lo plantea al menos, como algo más complejo.
Dado el hecho sorpresivo de la situación y la falta de inmediatez en las respuestas dadas hasta el momento, esperemos que en el corto plazo fijado para la conciliación obligatoria puedan los trabajadores y la comunidad toda contar con una rápida y efectiva respuesta por parte del Gobierno Municipal, Provincial y Nacional si hiciera falta, para revertir esa triste sensación que quedó cuando fuera el cierre de la Ex Fábrica Texcom – también de uno de los actuales dueños del Frigorífico Esquel SA- en la que algo más de 80 familias quedaron sin trabajo -que si bien aquí sí pudo formarse una cooperativa de trabajo- no todos finalmente quedaron en ésta. Cualquier salida será superadora a un eventual cierre de instalaciones que se encuentran aptas para el desarrollo de la actividad con maquinaria acorde y mano de obra calificada disponible. Como sociedad y como país no podemos darnos el lujo de volver a perder otra Texcom.
* DNI 17900657
Nota relacionada: Opinión: “Con-moverse”, por Corina Milán
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario