lunes, octubre 12, 2009

Opinión: “12 de Octubre, nada que festejar”


Por Dr. Antonio E. Díaz-Fernández A. *
Afiche enviado por Mirta Sangregorio


Todos los años la colectividad hispana y los estados celebran el 12 de octubre que se estableció como día feriado para recordar lo que llaman “descubrimiento de América”. En casi todas las grandes ciudades hay calles, avenidas, plazas y edificios que honran a Colón, al ser denominados con su nombre.

1. Los descubridores


Cristóbal Colón pensó haber llegado a la India en 1492, por ello denominó ‘indios’ a los habitantes de estas tierras. A partir de entonces los españoles y europeos, con una visión etnocentrista convirtieron al marino genovés en el ‘descubridor’ de América. Pero esta gran falacia ignora que los verdaderos descubridores del continente, no fueron ni los vikingos que llegaron las costas groenlandesas en el s. IX, ni los fenicios si es que estuvieron en América, sino los grupos de cazadores que fueron migrando desde la Siberia central hacia el noreste asiático hace unos 60,000 años. Posteriormente, algunas de esas bandas, los primitivos americanos, ingresaron por Behring hace unos 35,000 años y se tomaron miles de años hasta ocupar todo el continente. 13,000 años antes del presente ya habían llegado a Patagonia, adelantándose a Simón de Alcazaba en 12,500 años, ciertamente este servidor de la corona española no estableció la primera población del territorio, pero la historia oficial invisibiliza ex profeso a los pobladores originarios.

2. Avance urbanístico


El desarrollo de la arquitectura y urbanismo en la América precolombina alcanzaron un nivel extraordinario, pero los conquistadores embotados por su afán de metales preciosos sólo destruían y demolían todo a su paso bajo la excusa de propagación religiosa. Teotihuacán, con 22 km2 en los que albergaba unos 100,000 habitantes en su apogeo, contaba con una pirámide de 64 m de alto por 215 m de cada lado como su edificio más destacado. En Tula, la capital del reino tolteca, las construcciones megalíticas se caracterizaron por la piedra tallada, como los famosos “Atlantes de Tula” que eran columnas de bloques líticos encastrados para sostener el templo de Tlahuizcalpantecuhtli. Tenochtitlán, la capital azteca, construida sobre una isla en el lago Texcoco era un ejemplo de diseño urbanístico, decorativo y arquitectónico; fue saqueada e incendiada por Cortés. Muchas son las ciudades mayas, tales como Uxmal, Tikal, Chichen Itzá, Cobá, etc. En los Andes centrales se hay que mencionar las ciudades de Cuzco, capital del imperio incaico, Chan-Chan, capital del reino Chimú, Chavin de Huantar y Tiahuanaco, capitales de sendos reinos. En el actual territorio argentino se destacan las ciudades de Quilmes y Tastil, los pucaras de Tilcara, Hornillos, Juella, etc. Las construcciones americanas nada tienen que envidiar a las pirámides y grandes construcciones egipcias, persas o griegas.

Ginés de Sepúlveda, sacerdote de la conquista, sostenía que “los indios” eran una especie intermedia entre los animales y el hombre y que no tenían alma, por lo que era justo y lícito hacerles la guerra, matarlos y someterlos. Hasta donde sabemos, los antropoides (gorila, chimpancé, orangután y gibón) no construyen ciudades ni tallan rocas. ¿No se habrá planteado este cura quiénes fueron los constructores de esas grandes urbes? ¿Habrá pensado que fueron los cíclopes del mito griego? Leer más

* Descendiente del pueblo diaguita-kalchaki

Nota relacionada: Volver a la tierra, enviado por Darío Aranda

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