Por Matías Carelli *
Foto:Andres D.S. Ruiz
Respecto al debate de las calles me gustaría hacer el siguiente aporte:
Jamás se nos ocurriría ponerle como nombre a una calle "Campaña del Desierto", o "Videla". Hasta ahí creo que todos estamos de acuerdo.
Ahora bien ¿Cuál es el criterio para ponerle nombre a las calles? y no hablo del sentido político, sino del sentido POSITIVO, o su contraparte NEGATIVO.
Sin duda que la nomenclatura de las calles son para establecer un puente con la memoria y eventualmente homenajear a alguien: 25 de Mayo, 9 de Julio, San Martín, etc.
Por ello creo que se ha cometido, en mi opinión claro, un error, que debería contemplarse en el futuro.
Hablo concretamente de la calle Amaya. Se modificó el nombre de tal calle por el "Desalojo del 37". En ese aspecto se cambió un nombre que se lo considera no merecedor del llevar una calle, por el de un hecho nefasto.
Es como si finalmente cambiáramos de nombre la Calle Roca, y le pusiéramos "Campaña del Desierto", o cambiáramos la calle Justo y le pusiéramos "década infame" ¿Merece una calle recordar el sentido negativo de la historia? Yo creo que no. Que la historia debe en este caso sentar un puente positivo, y que las calles deben homenajear y recordar hombres y fechas ilustres para nuestro pueblo.
Estoy de acuerdo con que se haya quitado el nombre de Amaya, pero no con el reemplazo. Estoy de acuerdo con recordar ese hecho, pero la calle eventualmente podría haber tomado, por ejemplo, el nombre de los ocupantes originales y que fueron víctimas de aquel hecho triste.
No me parece justo, que al mismo tiempo una calle nos recuerde la fecha de la Revolución de Mayo, y otra el de un latrocinio.
Se debe tener un criterio, y yo propongo que sea en el sentido positivo.
Es mi opinión
* DNI 26.049.722
Notas relacionadas:
* Cuestionan la mecánica utilizada para imponer el nombre de Jachimowicz a una plazoleta
* Opinión: “De los nombres de calles, pasajes y plazoletas de una ciudad”, por Jorge Oriola
Foto:Andres D.S. Ruiz
Respecto al debate de las calles me gustaría hacer el siguiente aporte:
Jamás se nos ocurriría ponerle como nombre a una calle "Campaña del Desierto", o "Videla". Hasta ahí creo que todos estamos de acuerdo.
Ahora bien ¿Cuál es el criterio para ponerle nombre a las calles? y no hablo del sentido político, sino del sentido POSITIVO, o su contraparte NEGATIVO.
Sin duda que la nomenclatura de las calles son para establecer un puente con la memoria y eventualmente homenajear a alguien: 25 de Mayo, 9 de Julio, San Martín, etc.
Por ello creo que se ha cometido, en mi opinión claro, un error, que debería contemplarse en el futuro.
Hablo concretamente de la calle Amaya. Se modificó el nombre de tal calle por el "Desalojo del 37". En ese aspecto se cambió un nombre que se lo considera no merecedor del llevar una calle, por el de un hecho nefasto.
Es como si finalmente cambiáramos de nombre la Calle Roca, y le pusiéramos "Campaña del Desierto", o cambiáramos la calle Justo y le pusiéramos "década infame" ¿Merece una calle recordar el sentido negativo de la historia? Yo creo que no. Que la historia debe en este caso sentar un puente positivo, y que las calles deben homenajear y recordar hombres y fechas ilustres para nuestro pueblo.
Estoy de acuerdo con que se haya quitado el nombre de Amaya, pero no con el reemplazo. Estoy de acuerdo con recordar ese hecho, pero la calle eventualmente podría haber tomado, por ejemplo, el nombre de los ocupantes originales y que fueron víctimas de aquel hecho triste.
No me parece justo, que al mismo tiempo una calle nos recuerde la fecha de la Revolución de Mayo, y otra el de un latrocinio.
Se debe tener un criterio, y yo propongo que sea en el sentido positivo.
Es mi opinión
* DNI 26.049.722
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* Cuestionan la mecánica utilizada para imponer el nombre de Jachimowicz a una plazoleta
* Opinión: “De los nombres de calles, pasajes y plazoletas de una ciudad”, por Jorge Oriola
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