Por Jorge Oriola *
Mucho se ha hablado de la (presunta o no) intolerancia de los que no fuman hacia el humo y por ende a los que fuman...; incluso se la había llamado la "dictadura de los no fumadores"... ¿No sucede al revés también?
¿Por qué deben unos aguantar que otros les llenen la cara, la ropa, el cabello, los pulmones, la comida de humo si no desean fumar? Eso sucedía en aviones y ómnibus de larga y corta distancia; en bares y oficinas, y en las escuelas...
¿Por qué algunas jóvenes que trabajan de meseras (y trabajan por necesidad y cuidan el trabajo porque escasea...) que no fuman deben tragarse el humo que largan los clientes?
¿Por qué los que desean comer relativamente sano deben ingerir dosis de humo desagradable y perjudicial simplemente porque el de al lado fuma?
¿Quién es intolerante?
Parece mentira que gente culta, instruida, algunos partícipes de los movimientos contra dictaduras y a favor de los derechos humanos hagan de este tema, el derecho de fumar, casi una cuestión de principios: mis derechos están limitados por los derechos del otro, es así; y además está comprobado que fumar es perjudicial y sumamente peligroso... ¿Querés fumar? Hacélo y jodéte. Querés joderte? dale, pero no me jodas...
Por eso está bien la prohibición de fumar en lugares públicos, especialmente en bares y restaurantes, y en escuelas... Qué ironía: profesores que fumaban en todos los recreos solían sancionar a alumnos porque fumaban en la puerta o vereda de la escuela (como si la magna escuela pudiera extender sus tentáculos de poder y moral hacia los espacios públicos como veredas y calles).
Todos alguna vez hemos cometido hechos por los cuales tiempo después hemos cambiado de opinión; hacer de una costumbre o vicio una cuestión de derechos o filosófica me parece una exageración... No se limita la libertad del fumador; se protege la salud del no fumador...
¿Quieren abrir locales para fumadores? Bueno, pero exclusivamente para ellos; los que no desean fumar irán a los otros... Habría que preguntar qué se hace con los que allí trabajan, cuando por necesidad deberán acceder a un trabajo que le llena más de humo los pulmones que de plata los bolsillos...
Muchachos y muchachas, dejen de joder; salgan a fumar afuera y no le llenen los platos al compañero... No ejerzan un poder que nadie les ha dado, salvo la complacencia de los más débiles o la complicidad de los que también fuman...
* DNI 10.395.193
Mucho se ha hablado de la (presunta o no) intolerancia de los que no fuman hacia el humo y por ende a los que fuman...; incluso se la había llamado la "dictadura de los no fumadores"... ¿No sucede al revés también?
¿Por qué deben unos aguantar que otros les llenen la cara, la ropa, el cabello, los pulmones, la comida de humo si no desean fumar? Eso sucedía en aviones y ómnibus de larga y corta distancia; en bares y oficinas, y en las escuelas...
¿Por qué algunas jóvenes que trabajan de meseras (y trabajan por necesidad y cuidan el trabajo porque escasea...) que no fuman deben tragarse el humo que largan los clientes?
¿Por qué los que desean comer relativamente sano deben ingerir dosis de humo desagradable y perjudicial simplemente porque el de al lado fuma?
¿Quién es intolerante?
Parece mentira que gente culta, instruida, algunos partícipes de los movimientos contra dictaduras y a favor de los derechos humanos hagan de este tema, el derecho de fumar, casi una cuestión de principios: mis derechos están limitados por los derechos del otro, es así; y además está comprobado que fumar es perjudicial y sumamente peligroso... ¿Querés fumar? Hacélo y jodéte. Querés joderte? dale, pero no me jodas...
Por eso está bien la prohibición de fumar en lugares públicos, especialmente en bares y restaurantes, y en escuelas... Qué ironía: profesores que fumaban en todos los recreos solían sancionar a alumnos porque fumaban en la puerta o vereda de la escuela (como si la magna escuela pudiera extender sus tentáculos de poder y moral hacia los espacios públicos como veredas y calles).
Todos alguna vez hemos cometido hechos por los cuales tiempo después hemos cambiado de opinión; hacer de una costumbre o vicio una cuestión de derechos o filosófica me parece una exageración... No se limita la libertad del fumador; se protege la salud del no fumador...
¿Quieren abrir locales para fumadores? Bueno, pero exclusivamente para ellos; los que no desean fumar irán a los otros... Habría que preguntar qué se hace con los que allí trabajan, cuando por necesidad deberán acceder a un trabajo que le llena más de humo los pulmones que de plata los bolsillos...
Muchachos y muchachas, dejen de joder; salgan a fumar afuera y no le llenen los platos al compañero... No ejerzan un poder que nadie les ha dado, salvo la complacencia de los más débiles o la complicidad de los que también fuman...
* DNI 10.395.193
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Estimados Vecinos y Amigos de Puerta e:
Quisiera aludir a un aspecto del comentario de Jorge Oriola publicado el lunes, sobre la prohibición de fumar en espacios cerrados.
Es el referido a la existencia o no de lugares exclusivos para fumadores.
La cuestión se analizó mucho en el Concejo Deliberante, tanto entre los concejales como en las distintas reuniones que tuvimos con especialistas y vecinos en general.
Uno de los motivos principales que tuvimos para descartar la idea de habilitar lugares exclusivos para fumadores (que fue una de las opciones que evaluamos) es una razón práctica: se trata de la situación de quienes deberían atender esos lugares.
Porque el cliente que va a un lugar exclusivo para fumadores elige voluntariamente estar sometido al humo durante el tiempo que él mismo decida. Pero el vecino que allí le toca trabajar (así se trate de un empleado o del propio dueño del local) se vería obligado a respirar aire viciado durante toda su jornada laboral.
Y estamos hablando de aire fuertemente contaminado, si se piensa que a esos locales se iría casi exclusivamente para fumar, que todos los concurrentes lo harían y que sería un espacio cerrado.
Desde el punto de vista de la salud pública y de las normas laborales, sería inaceptable habilitar un lugar de trabajo con esas características, ni siquiera con jornada laboral de 6 horas por tarea insalubre, porque respirar humo de tabaco todos los días durante seis horas seguidas es más que insalubre. Incluso para un fumador.
Tanto, que sospecho que ni el amigo Moliterno se lo bancaría.
Cordialmente.
Osvaldo González Salinas
D.N.I. 10.550.077
Concejal por el Frente Vecinal Esquel
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