Por Movimiento Libres del Sur en Proyecto Sur
Los Pueblos Originarios de la Provincia del Chubut resisten en su territorio, del cual nunca se han ido. El proceso de invisibilización que sufrieron fue un silencioso, pero sistemático genocidio. No se les permitía hablar ni eran escuchados, eran despojados de sus territorios con todo lo que ello representa.
La “campaña del desierto” debería llamarse la masacre de la Patagonia y es menester señalar que aun no ha llegado a su fin. Es una paradójica maldición, tras cada desalojo de las comunidades indígenas, encontramos que la principal motivación fueron muchas caras del genocida Roca que contempla la acción desde los billetes de cien pesos.
Paradójico es también que se de rango de prócer a un genocida, lamentable es que su imagen hoy este en el billete de mayor valor de la moneda argentina. Esperemos que nuestros hijos o nietos no tengan que ver en los billetes de los años venideros las figuras de Videla, Massera y tantos otros despreciables personajes.
Pero la ignominia de ayer, mantiene la lucha de hoy y será la resistencia de siempre. La lucha de los Pueblos Originarios también es nuestra lucha y la de miles de hermanos de los sectores populares que todos los días tienen que enfrentarse a la cruda realidad de una sociedad que hoy, padece las consecuencias del accionar corrupto de nuestros representantes. Que no dudan en aplicar ajustes cuando algún organismo de crédito lo solicita o entregar los recursos naturales a las multinacionales, mancillando los plenos derechos de los Pueblos Originarios a su propia autodeterminación. Les imponen la megaminería como alternativa productiva desconociendo que esos territorios forman parte de una cosmovisión Mapuche-Tehuelche, son parte de una integralidad. Las ceremonias ancestrales, las ofrendas a la madre tierra, los chenques; No se entregan, No están a la venta.
Por más que las autoridades hagan negocios en China, Canadá o donde el capital los llame, pueden tener la seguridad de que aquí, no abandonaremos esta lucha. Vamos a continuar en esta pelea junto a las Comunidades Indígenas por la defensa del territorio, el respeto y la autodeterminación.
Saludamos y acompañamos a las Comunidades de Sayhueque, Lefimi, Larenas, Motoco Cardenas, Francisco Monsalve, Leopoldo Quilodrán, Vuelta del Río, Jacinto Antileu, Sacamata Liempichun y a otras tantas que hoy le hacen frente al capital, a las multinacionales y a la burguesía local que solo ve los territorios como una unidad de negocio. Cada recuperación territorial es una reafirmación de los derechos ancestrales.
Pese a que en el Congreso Nacional esta en tratamiento una Ley de Propiedad Comunitaria, consideramos que no hay ninguna ley que repare el daño causado por cientos de años de invisibilidad y atropellos. Todo intento de “reparación histórica” no es más que una expresión de deseo. Es hasta de mal gusto subestimar a las Comunidades Indígenas entregándoles 5 ó 10 hectáreas de territorio cuando fueron millones las que les quitaron y se repartieron entre los que financiaron la “campaña del desierto” de ayer y los que continúan con el despojo hoy.
Actualmente la Universidad Nacional de la Patagonia lleva a cabo el Relevamiento Territorial ordenado por la Ley 26.160. Vemos como muy auspicioso que una Universidad Publica ponga sus profesionales y el conocimiento al servicio de quienes han sido históricamente marginados. Es un primer paso hacia una Universidad verdaderamente Popular, en donde los hijos de la clase trabajadora puedan acceder al conocimiento y estar al servicio del Pueblo pero sobre todo de las clases marginadas y explotadas. El conocimiento debe sacudir y liberar las conciencias y conducir hacia la emancipación de todos.
Es necesario avanzar hacia un Estado Plurinacional, que reconozca y respete a todas las etnias y Pueblos Originarios preexistentes a su constitución como Estado Nación.
Mientras tanto, la resistencia continúa y desde Libres del Sur convocamos a los sectores populares, trabajadores, movimientos sociales, estudiantiles y a la ciudadanía en general a comprometernos en esta digna lucha.
Nota relacionada: Comunidades originarias: “Debe haber una política de reparación histórica”, por J. Oriola
Los Pueblos Originarios de la Provincia del Chubut resisten en su territorio, del cual nunca se han ido. El proceso de invisibilización que sufrieron fue un silencioso, pero sistemático genocidio. No se les permitía hablar ni eran escuchados, eran despojados de sus territorios con todo lo que ello representa.
La “campaña del desierto” debería llamarse la masacre de la Patagonia y es menester señalar que aun no ha llegado a su fin. Es una paradójica maldición, tras cada desalojo de las comunidades indígenas, encontramos que la principal motivación fueron muchas caras del genocida Roca que contempla la acción desde los billetes de cien pesos.
Paradójico es también que se de rango de prócer a un genocida, lamentable es que su imagen hoy este en el billete de mayor valor de la moneda argentina. Esperemos que nuestros hijos o nietos no tengan que ver en los billetes de los años venideros las figuras de Videla, Massera y tantos otros despreciables personajes.
Pero la ignominia de ayer, mantiene la lucha de hoy y será la resistencia de siempre. La lucha de los Pueblos Originarios también es nuestra lucha y la de miles de hermanos de los sectores populares que todos los días tienen que enfrentarse a la cruda realidad de una sociedad que hoy, padece las consecuencias del accionar corrupto de nuestros representantes. Que no dudan en aplicar ajustes cuando algún organismo de crédito lo solicita o entregar los recursos naturales a las multinacionales, mancillando los plenos derechos de los Pueblos Originarios a su propia autodeterminación. Les imponen la megaminería como alternativa productiva desconociendo que esos territorios forman parte de una cosmovisión Mapuche-Tehuelche, son parte de una integralidad. Las ceremonias ancestrales, las ofrendas a la madre tierra, los chenques; No se entregan, No están a la venta.
Por más que las autoridades hagan negocios en China, Canadá o donde el capital los llame, pueden tener la seguridad de que aquí, no abandonaremos esta lucha. Vamos a continuar en esta pelea junto a las Comunidades Indígenas por la defensa del territorio, el respeto y la autodeterminación.
Saludamos y acompañamos a las Comunidades de Sayhueque, Lefimi, Larenas, Motoco Cardenas, Francisco Monsalve, Leopoldo Quilodrán, Vuelta del Río, Jacinto Antileu, Sacamata Liempichun y a otras tantas que hoy le hacen frente al capital, a las multinacionales y a la burguesía local que solo ve los territorios como una unidad de negocio. Cada recuperación territorial es una reafirmación de los derechos ancestrales.
Pese a que en el Congreso Nacional esta en tratamiento una Ley de Propiedad Comunitaria, consideramos que no hay ninguna ley que repare el daño causado por cientos de años de invisibilidad y atropellos. Todo intento de “reparación histórica” no es más que una expresión de deseo. Es hasta de mal gusto subestimar a las Comunidades Indígenas entregándoles 5 ó 10 hectáreas de territorio cuando fueron millones las que les quitaron y se repartieron entre los que financiaron la “campaña del desierto” de ayer y los que continúan con el despojo hoy.
Actualmente la Universidad Nacional de la Patagonia lleva a cabo el Relevamiento Territorial ordenado por la Ley 26.160. Vemos como muy auspicioso que una Universidad Publica ponga sus profesionales y el conocimiento al servicio de quienes han sido históricamente marginados. Es un primer paso hacia una Universidad verdaderamente Popular, en donde los hijos de la clase trabajadora puedan acceder al conocimiento y estar al servicio del Pueblo pero sobre todo de las clases marginadas y explotadas. El conocimiento debe sacudir y liberar las conciencias y conducir hacia la emancipación de todos.
Es necesario avanzar hacia un Estado Plurinacional, que reconozca y respete a todas las etnias y Pueblos Originarios preexistentes a su constitución como Estado Nación.
Mientras tanto, la resistencia continúa y desde Libres del Sur convocamos a los sectores populares, trabajadores, movimientos sociales, estudiantiles y a la ciudadanía en general a comprometernos en esta digna lucha.
Nota relacionada: Comunidades originarias: “Debe haber una política de reparación histórica”, por J. Oriola
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario