Por Puerta ECon una celeridad inusitada, nueve de los diez integrantes del Concejo Deliberante de Esquel aprobaron el 10 de noviembre un proyecto de modificación del Código de Planeamiento Urbano mediante el cual se habilitó la creación de barrios cerrados. La iniciativa, que despertó polémica en un sector de la sociedad, fue aprobada sin abrir ninguna instancia de debate.
En julio de 2010 ese mismo Concejo Deliberante impulsó la elaboración de una propuesta de plan de manejo para el área de la laguna La Zeta, a través de la ordenanza 86/10. Según indica la citada norma, el cuerpo deliberativo ya debería haber propiciado una instancia pública de presentación y discusión de la propuesta ante la comunidad (tenía hasta 60 días una vez entregada la misma) pero nunca lo hizo.
El documento con la propuesta final de plan de manejo fue entregado al Concejo Deliberante a fines de junio de 2011, según se desprende del sitio web que informa sobre los avances de la comisión interdisciplinaria e interinstitucional a cargo de llevar adelante la tarea.
En ese entonces la comisión se puso a disposición para aclarar cualquier duda en relación al material que, por un lado, presenta lo que se espera para el área -en función de lo expresado por la comunidad en diversas instancias participativas- y, por otro, una propuesta para manejarla de acuerdo a esas expectativas y a la situación en que se encuentra.
Sin embargo, el mismo Concejo Deliberante que mostró tanto apuro en aprobar la creación de barrios cerrados antes de bajar la persiana, no pareció tan preocupado a la hora de legislar sobre la principal reserva natural existente en el ejido de Esquel que, un año y cinco meses después de abierto el debate, sigue sin plan de manejo.Nota relacionada: Opinión: “Barrios cerrados para todos”, por Pablo Quintana
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