Por Bloque de Diputados UCR
“Más que responder a los lineamientos de un régimen
democrático, el gobernador Martín Buzzi se asemeja a un monarca absolutista que
descarga su ira sobre los súbditos de su reino”, aseguró hoy el diputado
provincial Roberto Risso.
El legislador fue consultado acerca de expresiones del
mandatario provincial vinculados con el conflicto con el personal policial y
otros sectores estatales, señalando que “la curiosa interpretación de una
democracia basada exclusivamente en los números es tan antigua como peligrosa”.
“La democracia es un concepto muchísimo más amplio, que
implica el respeto a las minorías, el diálogo como instrumento de resolución de
las diferencias y el respeto a quienes piensan distinto”, añadió.
Chantaje
“Las amenazas que ha generado últimamente (por el gobernador
Buzzi) mediante la aplicación de cesantías son directamente un chantaje a
quienes defienden sus derechos y alejan cada vez más las posibilidades de
diálogo”, agregó.
Risso consideró que “las consecuencias de este manejo
autoritario son impredecibles y ponen en marcha mecanismos de resentimiento
social que profundizarán el conflicto”.
“Por más que se esfuerce en hacer creer que sus medidas
sancionatorias son “ejemplificadoras” y provenientes de una autoridad suprema e
inapelable, esconde que se trata de decisiones sujetas a revisión en instancias
judiciales, con efectos inimaginables en cuanto a futuros reclamos que deberá
afrontar el Estado Provincial”, apuntó.
Miedo
“La escenificación en un acto oficial, lleno de advertencias
y desafíos y magnificada por una transmisión mediática en el canal oficial,
-continuó- procura exclusivamente mostrar un gesto de soberbia y fuerza. Esa
conducta amenazadora apunta nada más que a generar miedo y resignación a
quienes se atrevan a desobedecer a sus órdenes”.
Risso estimó que el gobernador Buzzi “debe enviar de
inmediato el prometido proyecto ley con la actualización salarial a la Legislatura Provincial
y no especular más con los niveles de adhesión a las medidas de fuerza”.
“El ámbito legislativo debe sumarse a la solución de un
conflicto que ha llegado a niveles insospechados por la impericia de quienes
creen que la fuerza de los números da derecho para cualquier imposición. La fuerza
es el derecho de las bestias, según un conocido apotegma peronista. Y quien la
ejerce ahora, con esa concepción supuestamente democrática, no lo debería
ignorar”, indicó.
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