domingo, junio 09, 2013

Heredia: “La idea de debatir la democratización de la justicia es buena, pero acá no hubo ningún debate”



Por Frente Unidad Sur

En la tarde del sábado, en el Lucania Palazzo, se realizó la charla “Reforma judicial, violencia institucional y ética pública”. La disertación principal estuvo a cargo del reconocido jurista José Raúl Heredia, quien estuvo acompañado en la mesa por Andrés Acevedo y César Antillanca.

El evento fue organizado por el Frente Unidad Sur (FUS), un espacio político que asumió una perspectiva crítica de la reforma judicial impulsada por el gobierno nacional. Se espera replicar este debate en otras ciudades de la provincia.

La cuestión de la ética pública

Andrés Acevedo basó su intervención en un análisis de algunas leyes vinculadas con la ética pública. Hizo hincapié en la restricción hecha por el gobierno nacional para evitar que se publiquen las declaraciones patrimoniales de los funcionarios públicos y de sus familiares más cercanos. “Este es un hecho gravísimo, porque se nos impide a los ciudadanos que sepamos si un funcionario incrementó de manera extraña su patrimonio. Si a este hecho le sumamos la manipulación de la justicia, vemos que se está apuntalando la impunidad de los funcionarios que delincan con los bienes del Estado”, expresó.

En esta línea, resaltó la importancia de dos temas: la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción de los funcionarios públicos y la imprescriptibilidad de los delitos contra el medioambiente. “Estamos convencidos de que este tipo de delitos no deben prescribir por el paso del tiempo, como lamentablemente todavía sucede. Hasta ahora, la estrategia es muy simple: se deja dormir la causa mediante artilugios legales y la colaboración de un juez amigo, hasta que un buen día alguien dice: Señores, ya pasó el tiempo debido para mantener el proceso; entonces, todos quedan libres y acá no ha pasado nada”, sostuvo.

Los derechos humanos en democracia

César Antillanca se refirió a los derechos humanos en democracia y explicó por qué los derechos sociales y económicos forman parte de los derechos humanos. “Si una persona nace condenada a la probeza, si no tiene posibilidad de recibir una buena educación, si no está bien alimentada, se están vulnerando sus derechos humanos, porque, claramente, no podrá desarrollarse como las personas de las clases media y alta”, afirmó.

En referencia a la política de derechos humanos del kirchnerismo, declaró “me parece muy bien el juicio y la condena a los genocidas del gobierno militar. Eso es algo con lo que seguramente estamos de acuerdo todos los que hoy estamos acá presentes. Pero el gobierno pretende ocultar una realidad: los derechos humanos siguen siendo violados en democracia. Se violan los derechos sociales y económicas de las personas y, además, todos los días desaparecen o mueren personas víctimas de la violencia policial”.

La reforma judicial: mal planteada y mal hecha

Raúl Heredia comenzó su disertación recordando que, en el año 1983, cuando Raúl Alfonsín visitó la provincia en carácter de precandidato presidencial, él le preguntó si, en el caso de que ganara, iba a cambiar el sistema judicial, que heredaba de la dictadura militar, y si iba a auditar la deuda externa para evitar el pago de la parte ilegítima. “Alfonsín respondió que sí a las dos preguntas, que iba a encarar esos dos procesos; sin embargo, nunca lo hizo. Entonces, la cuestión de la democratización de la justicia es, para muchos, un viejo anhelo, una deuda pendiente de nuestra democracia”.

“Pero el tema estuvo mal planteado y se hizo mal. No hubo ningún debate real, sino una presión del gobierno para que la legislatura apruebe en tiempo récord una modificación que debería haber sido consensuada de cara a la sociedad. Para entender lo que se hizo y por qué se hizo, es necesario tener una visión global de la situación política argentina y mundial”, aclaró. Haciendo una referencia a las tensiones de los diferentes gobiernos democráticos a partir del '83, compartió una hipótesis: “Ustedes recuerdan el 2001 y el grito de 'Que se vayan todos'. En ese momento, había un rechazo generalizado a toda la clase política y, durante esas semanas, los políticos no querían ni asomarse a la calle. Luego, comenzó una reorganización del gobierno y, de la mano de Duhalde, Néstor Kirchner llegó al poder e instaló un nuevo modo de comunicación con la gente, tratando de demostrar que él no era como los otros políticos. Y, al hacerlo, permitió que todos los otros políticos se reciclaran y volvieran a escena, tal como lo vemos en la actualidad. Todos ellos le deben el favor a Kirchner”.

“Ahora, el gobierno promueve una clara violencia institucional y lanza un nuevo 'Que se vayan todos', dirigido a los jueces. Se los pretende culpabilizar del aumento de la inseguridad, de la delincuencia y de todos los males sociales. Se pretende ignorar que hay un poder judicial, es decir, una esfera autónoma encargada de vigilar a los otros dos poderes. Se quiere convertir al poder judicial en una oficina de administración de justicia. Y esa línea de violencia institucional es reproducida por gobernadores e intendentes”, aseveró.

La justicia kirchnerista

Según el jurista, “el kirchnerismo hizo muchas cosas buenas y eso hay que reconocerlo. Pero también hizo y hace muchas cosas mal y eso también hay que señalarlo. La reforma judicial es uno de esas cuestiones que, fundadas en una demanda social legítima, es utilizada con una finalidad negativa”. Puso como ejemplo a la procuradora general Gils Carbó, una de las principales defensoras de la reforma judicial: “La petrolera Chevron tenía un embargo por 19 mil millones de dólares por delitos ambientales perpetrados en Ecuador. Gils Carbó operó para que la justicia argentina levante este embargo, así Chevron podía continuar un acuerdo de explotación con YPF. Esto es lo que hay que ver, para entender el trasfondo de la reforma judicial. Se habla de democratización de la justicia, por un lado, y de una YPF estatizada y soberana, por otro, pero, en los hechos, la justicia e YPF sirven para otra cosa”.

Asimismo, aseguró que el gobierno explota un doble discurso: “El kirchnerismo es el gobierno que más plata pagó en concepto de deuda externa. Nunca quiso hacer una auditoría para ver qué era lo que correspondía pagar, aun cuando hay fallos e investigaciones que indican con claridad que estamos pagando de más. No se habla de pago de la deuda sino de 'desendeudamiento', pero es lo mismo. La Presidenta reivindica la defensa de los derechos humanos y niega que haya desaparecidos en democracia. Todos sabemos que eso es falso. En Chubut, sin ir más lejos, tenemos como caso ejemplar el de Iván Torres, que cuenta con el respaldo nada menos que de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

Finalmente, se refirió a la criminalización de las protestas sociales. “Durante el kirchnerismo, han muerto en accidentes de tránsito 15 líderes de pueblos originarios que reclamaban el derecho legítimo a la tierra. Todos murieron de igual manera. Las causas se cerraron con gran rapidez. Parece que a nadie le llama la atención que pasen cosas así en esta década que, supuestamente, es la década ganada”.


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