Por Cátedra Abierta de Género
Desde la
Cátedra Abierta de Género, UNP sede Trelew, expresamos nuestro profundo repudio ante un
nuevo caso de femicidio ocurrido en Chubut, esta vez en la ciudad de Esquel.
Cristina Cayecul fue asesinada por su ex pareja Daniel
Esteban Orias el pasado viernes. El grito de socorro, los cinco disparos y
Cristina está muerta. El asesino se da a
la fuga… Ahora es apresado, encarcelado puesto a disposición de la justicia. Sí,
una mujer murió; ahora resta pedir justicia por Cristina. ¿Por qué debe llegar luego de su muerte?
Cristina denunció, Cristina fue trasladada de Lago Rosario a
Esquel a un hogar para víctimas de violencia de género; Cristina era
“protegida” con una orden de restricción de acercamiento; Cristina se quedó en
Esquel alquilando una vivienda junto a sus hijos. Cristina hizo todo lo que nos dicen a las
mujeres que hagamos en casos de violencia: protegió a sus hijos y a ella de las
amenazas y golpes de Orias.
Sin embargo Cristina hoy está muerta. Se impone decir,
nuevamente, lo obvio: la ley no previene ni protege, se limita a un mero
espacio nominal-discursivo en donde el victimario violento, acosador,
repetitivo en sus actos no es reprendido con antelación a matar. Las órdenes de
prohibición de acercamiento son meros papeles que no implican una efectividad
en los derechos de las personas, ya que nadie controla que se cumplan. El
formalismo impera por sobre la realidad cotidiana de las mujeres que sufren
algunas de las tantas formas de violencia.
Desde las organizaciones que luchamos por la igualdad de
género, no podemos dejar de denunciar las prácticas que aún hoy continúan
permitiendo que en múltiples instancias, el femicidio sea el correlato último
de la violencia hacia las mujeres.
Si bien en todas las instituciones hay personas
responsables, la ideología patriarcal y el machismo sumados al formalismo, la
desidia, la discriminación y la ineficacia que son parte estructural de los
organismos del estado, tiene como efecto que las mujeres seamos nuevamente las
primeras y principales víctimas de estas falencias, sin que se tomen las
precauciones correspondientes para evitar que sigan existiendo femicidios.
Asesinar a mujeres por considerarlas de su propiedad, es un
acto que debe ser condenado por toda la sociedad en su conjunto, recalcando que
es necesario un cambio profundo en la conciencia y en la manera de pensar las
relaciones sociales. La legislación nacional vigente en torno a la violencia de
género es una herramienta para la protección de mujeres que padecen la
violencia, pero el problema real no son las leyes y ordenanzas, sino el hecho
de que las mismas se convierten en letra muerta cuando en situaciones concretas
se sigue perpetuando el mismo carácter patriarcal y de clase en los diferentes
poderes del estado.
Es necesario generar una nueva realidad para las mujeres, y
consideramos que esto sólo es posible con
organización y desde abajo para seguir denunciando las injusticias y los
abusos, pero también para seguir aportando a la posibilidad de construir una sociedad igualitaria, justa,
libre y diversa a la vez.
Exigimos:
Justicia por Cristina y todas las mujeres asesinadas:
condena a los responsables.
Que se efectivicen y garanticen los derechos de todas las
mujeres.
Que se pongan en funcionamiento de una vez por todas las
herramientas existentes que, como dice la ley 26.485 se prevén para
"prevenir, sancionar y erradicar las violencias hacia las mujeres, en
todos los ámbitos en los que desarrolla sus relaciones
interpersonales....".
Basta de mujeres muertas, basta de mujeres desaparecidas,
basta de violaciones y abusos, basta de femicidios, ¡BASTA DE IMPUNIDAD!
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