jueves, diciembre 12, 2013

Opinión: “La ruta, el festejo, la lucha”, por Leo Grela

Por Leo Grela

Gran parte de los jóvenes con los que nos encontramos ayer tienen menos de 30 años, y otros llevamos muchos más que treinta apilados entre canas, arrugas y miradas gastadas. 30 años son ni más ni menos que toda una vida. También en 30 años se pueden terminar diluyendo muchas vidas, muchísimas más de las que podemos pensar.

En estos 30 años de democracia se diluyeron tantas vidas que cuesta seguir el hilo de la cuenta, generalmente recordamos las mas mediatizadas, como la de aquellos combates entre militares allá por 1991 durante uno de los levantamientos carapintadas, o las del 19 y 20 de diciembre de 2001, o las de Darío y Maxi, o las de los muertos de estas cuatro últimas jornadas a lo largo del país, o la de Carlos Fuentealba, o las de nuestros vecinos Gumersindo Vergara, Lucinda Quintupuray, Francisco Cárdenas, Otoño Uriarte, Coco Garrido, y tantos otros que vamos leyendo en las crónicas día a día y ya al poco tiempo la injusta y frágil memoria borra lentamente y quedan fuera de este relato. 

Pero para diluir la vida no hace falta solo la muerte, se puede diluir una vida dentro de la vida misma, silenciándola, mutilándola, olvidándola, cortando sus alas de libertad y dejándola atada al sometimiento de la trata por ejemplo, y aquí los nombres están ausentes, como ausentes estaban para la sociedad esa mujeres que obligadas por distintos motivos de vida y muerte estaban encerradas en distintos lugares de la localidad comarcal de El Hoyo hace unos meses atrás. Si nos enoja que sigan silenciadas y diluidas sus vidas por la misma justicia, nos debe avergonzar hasta el infinito que las silencie, que las olvide, que diluya su vida la propia comunidad, los mismos vecinos, como si acá no hubiera pasado nada.

Pero acá si que paso algo, y por más que la justicia cómplice, que los poderosos impunes y que un intendente canalla y cobarde, lo quieran negar, silenciar u olvidar, nosotros tenemos memoria.

30 años que junta la alegría del festejo por los treinta almanaques que pasaron desde la retirada de la última dictadura cívico militar, las muertes de gatillo fácil o impunidad policial, las muertes por intereses económicos de los poderosos, y las muertes en vida por la explotación sexual y laboral. Por eso dijimos que no hay nada que festejar, porque hay vecinos, compañeros, amigos, que NO están presentes en estos festejos.

El día del cumpleaños de nuestra democracia y de los Derechos Humanos nos encontramos en la localidad de El Hoyo para dejar en claro que no queremos más impunidad judicial, política, policial o económica. Queremos justicia legítima, queremos democracia verdadera y queremos la plena y verdadera vigencia de nuestros Derechos Humanos. Nos convocamos en horas de la tarde distintas organizaciones, hicimos una recorrida por el pueblo, volanteando y charlando con los vecinos, quienes en muchos casos se solidarizaron con el reclamo, después continuamos el encuentro con una volanteada y pintada en la ruta 40, ahí dejamos en claro cuáles son nuestros reclamos, nuestras demandas sociales, nuestro pensamiento, y por un tiempo se van a poder leer ahí sobre la cinta asfáltica, no hay ningún insulto, tampoco hay suplica, hay determinación: “NO A LA TRATA”, “BASTA DE IMPUNIDAD”, “BASTA DE EXPLOTACION LABORAL”, “EN 30 AÑOS DE DEMOCRACIA 4000 ASESINADOS POR GATILLO FACIL Y REPRESION POLICIAL” y “TODOS SOMOS NORA”.

Es casi seguro que ciertos vecinos “caracterizados” y cómplices de la impunidad sientan que su “paz social de estancia patagónica” fue alterada con estas pintadas que desnudan la triste realidad social y política. También es probable que algún funcionario político municipal con sensación de intendente vuelva a tener la actitud canalla de judicializarnos por reclamar por lo legítimo, y tal como hiciera con la vecina y militante Nora Corbalán, acuda urgente con sus órdenes para que el juez de paz Mario Díaz nos judicialice por romper con los códigos de orden y silenciamiento establecidos dentro del abuso de poder, olvidándose que el cargo de intendente que ocupa lo obliga a atender estos reclamos legítimos, como si realmente en El Hoyo existiera verdadera democracia y plena vigencia de los derechos humanos.

Pero nosotros seguiremos reclamando, y asegurando una y otra vez que TODOS SOMOS NORA.   

Comarca Andina
11 de diciembre de 2013

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