Por Corina Milán *
Hace dos años nos derrumbábamos ante el horror de la imagen en la que un policía vestido de negro fusilaba al profesor neuquino Carlos Fuentealba, quien participaba de una jornada de protesta. Después de una larga y complicada causa sostenida por la lucha de la viuda y los compañeros del maestro, se juzgó al responsable material del crimen, el sargento Poblete; todavía sigue impune el responsable político, el ex gobernador Jorge Sobisch, quien abusando de su autoridad y poniéndose a la altura de los peores gobernantes terroristas, dio la orden de reprimir a los trabajadores de la educación que se manifestaban pacíficamente pidiendo mejoras salariales.
Sin embargo, y pese a que este país delirante y amnésico permite el reciclaje permanente de una clase política que tiene el placard lleno de muertos, esa acción tuvo un alto costo para Sobisch y contribuyó para que sus sueños presidenciales se estrellaran en la primera elección nacional en la que se postuló. Es buen momento para recordarlo.
Volviendo a la coyuntura chubutense, es igualmente conveniente recordar que, cuando ocurrió el asesinato de Fuentealba, nuestro gobernador Das Neves, en esa época el más K de los K, se alineó junto al matrimonio pingüino en contra de Sobisch (con quien disputaban la escena política en vista a las elecciones presidenciales), hizo declaraciones de ferviente repudio al acto represivo y hasta “nos dejó hacer paro” (sin descontarlo) a los docentes provinciales, para que adhiriéramos a la jornada que la CETERA y todos los gremios del país habían convocado como reacción ante el crimen del maestro. Por supuesto, esa vez paramos todos.
Al año siguiente, cuando se cumplió el primer aniversario de este episodio del que aún no había imputados, ni siquiera juicio; los gremios docentes nacionales y provinciales propusieron un nuevo paro. Ya en ese momento, el tema había dejado de importar al gobierno de Chubut y a la opinión pública; así que el paro se pasaba a descuento, como es costumbre. Obviamente, hicimos paro un puñado de tipos y nadie se enteró de que nos solidarizábamos con la misma causa que en el 2007.
Hace cinco días, un grupo de docentes, que representan gremialmente al conjunto de los docentes de esta provincia, estaban mansamente sentados en las escalinatas del Ministerio de Educación ESPERANDO UNA RESPUESTA OFICIAL AL PEDIDO DE PARITARIAS QUE EL GOBIERNO ELUDE DESDE HACE MESES; entonces, sucedió lo inadmisible: a la 1.30 de la madrugada fueron desalojados violentamente por un grupo de policías y oficiales de Infantería que los doblaba en número; hubo palos, gases lacrimógenos y hasta un infante disparó con balas de goma contra uno de los manifestantes, el secretario del gremio de docentes universitarios de la UNP (Gonzalo Pérez Álvarez), cuando vio que estaba filmando la protesta.
Evidentemente, la sanción de Das Neves a la actitud de Sobisch en abril del 2007 quedó en el olvido en el que caen los discursos oportunistas, porque incurrió en un hecho de la misma talla. En este caso, además, actuó con la impunidad que da la invisibilidad pública lograda mediante un operativo nocturno (al mejor estilo de los grupos de tareas setentistas) y con el respaldo de una prensa servil que contribuye con el ocultamiento de las acciones inconvenientes (ningún medio provincial investigó los acontecimientos, sólo se limitaron a levantar declaraciones sobre ellos; tampoco pasaron los videos en los que se ven la protesta pacífica y el embate de las fuerzas represoras). A la mañana siguiente, al gobernador le sobraron micrófonos para acusar de “facinerosos” a las víctimas de sus acciones nocturnas, endilgándoles falazmente hechos que no realizaron, pero que le sirven para justificar su propio e injustificable proceder.
¿Qué hacemos como docentes y ciudadanos ante estos lamentables sucesos? ¿Tenemos que soportar la escalada autoritaria hasta sufrir una víctima fatal (hecho que podría haber ocurrido la otra noche) o hasta que no podamos mostrar la menor disidencia con el tiranuelo? La respuesta fácil, si pensamos en un firme acto de repudio, sería convocar y adherir a un paro masivo (personalmente, es lo que desearía llevar a cabo); pero todo es tan difícil con la cancha embarrada ( como títulé al texto que escribí en vísperas del último paro y en el que me refería a las presiones sucias que operan a la hora de hacer un reclamo gremial y a la falta de organización del colectivo docente) que los docentes de Esquel, los que nos juntamos en el acto del 1 de Mayo en una asamblea improvisada, elegimos OTRO CAMINO para que puedan sumarse TODOS LOS COMPAÑEROS que quieran expresar su malestar y resistir el atropello dasnevista: por eso, ESTE LUNES será una JORNADA de REPUDIO Y MOVILIZACIÓN. Vamos a dar difusión a lo sucedido dentro y fuera de las escuelas. Como no podemos dar clases normalmente (ya nada es normal por estas horas), hagamos de este día una gran clase de formación ética y ciudadana para que lo que ocurrió no pase NUNCA MÁS.
Sumémonos con cada acción que se nos ocurra para decir BASTA DE VIOLENCIA Y REPRESIÓN; BASTA DE MENTIRAS Y CONFRONTACIÓN CHICANERA; BASTA DE IGNORAR, SILENCIAR Y CASTIGAR LOS RECLAMOS DE LOS TRABAJADORES; BASTA DE PORTARNOS COMO OVEJAS.
EL LUNES 4 de MAYO**: ACTO Y MOVILIZACIÓN, CONCENTRAMOS EN 25 de MAYO Y RIVADAVIA A LAS 18 HS
DOCENTES Y COMUNIDAD EN GENERAL, VAYAMOS A DECIR ¡BASTA!
** Ya que, como todos los 4 de cada mes, se realiza la marcha de los vecinos autoconvocados por el NO A LA MINA y muy lejos de querer restarles público, propongo que nos juntemos; es un hecho que ambas movilizaciones persiguen un mismo objetivo global vinculado con la defensa de los derechos de los ciudadanos que queremos vivir dignamente en una democracia verdadera.
* D.N.I. 24.021.935
Docente en Esquel
Como yapa mando un par de textos que sería bueno tener presentes para ampliar la reflexión sobre lo ocurrido y para que leamos con alumnos y colegas en las clases de este LUNES ANORMAL (ver acá)
Hace dos años nos derrumbábamos ante el horror de la imagen en la que un policía vestido de negro fusilaba al profesor neuquino Carlos Fuentealba, quien participaba de una jornada de protesta. Después de una larga y complicada causa sostenida por la lucha de la viuda y los compañeros del maestro, se juzgó al responsable material del crimen, el sargento Poblete; todavía sigue impune el responsable político, el ex gobernador Jorge Sobisch, quien abusando de su autoridad y poniéndose a la altura de los peores gobernantes terroristas, dio la orden de reprimir a los trabajadores de la educación que se manifestaban pacíficamente pidiendo mejoras salariales.
Sin embargo, y pese a que este país delirante y amnésico permite el reciclaje permanente de una clase política que tiene el placard lleno de muertos, esa acción tuvo un alto costo para Sobisch y contribuyó para que sus sueños presidenciales se estrellaran en la primera elección nacional en la que se postuló. Es buen momento para recordarlo.
Volviendo a la coyuntura chubutense, es igualmente conveniente recordar que, cuando ocurrió el asesinato de Fuentealba, nuestro gobernador Das Neves, en esa época el más K de los K, se alineó junto al matrimonio pingüino en contra de Sobisch (con quien disputaban la escena política en vista a las elecciones presidenciales), hizo declaraciones de ferviente repudio al acto represivo y hasta “nos dejó hacer paro” (sin descontarlo) a los docentes provinciales, para que adhiriéramos a la jornada que la CETERA y todos los gremios del país habían convocado como reacción ante el crimen del maestro. Por supuesto, esa vez paramos todos.
Al año siguiente, cuando se cumplió el primer aniversario de este episodio del que aún no había imputados, ni siquiera juicio; los gremios docentes nacionales y provinciales propusieron un nuevo paro. Ya en ese momento, el tema había dejado de importar al gobierno de Chubut y a la opinión pública; así que el paro se pasaba a descuento, como es costumbre. Obviamente, hicimos paro un puñado de tipos y nadie se enteró de que nos solidarizábamos con la misma causa que en el 2007.
Hace cinco días, un grupo de docentes, que representan gremialmente al conjunto de los docentes de esta provincia, estaban mansamente sentados en las escalinatas del Ministerio de Educación ESPERANDO UNA RESPUESTA OFICIAL AL PEDIDO DE PARITARIAS QUE EL GOBIERNO ELUDE DESDE HACE MESES; entonces, sucedió lo inadmisible: a la 1.30 de la madrugada fueron desalojados violentamente por un grupo de policías y oficiales de Infantería que los doblaba en número; hubo palos, gases lacrimógenos y hasta un infante disparó con balas de goma contra uno de los manifestantes, el secretario del gremio de docentes universitarios de la UNP (Gonzalo Pérez Álvarez), cuando vio que estaba filmando la protesta.
Evidentemente, la sanción de Das Neves a la actitud de Sobisch en abril del 2007 quedó en el olvido en el que caen los discursos oportunistas, porque incurrió en un hecho de la misma talla. En este caso, además, actuó con la impunidad que da la invisibilidad pública lograda mediante un operativo nocturno (al mejor estilo de los grupos de tareas setentistas) y con el respaldo de una prensa servil que contribuye con el ocultamiento de las acciones inconvenientes (ningún medio provincial investigó los acontecimientos, sólo se limitaron a levantar declaraciones sobre ellos; tampoco pasaron los videos en los que se ven la protesta pacífica y el embate de las fuerzas represoras). A la mañana siguiente, al gobernador le sobraron micrófonos para acusar de “facinerosos” a las víctimas de sus acciones nocturnas, endilgándoles falazmente hechos que no realizaron, pero que le sirven para justificar su propio e injustificable proceder.
¿Qué hacemos como docentes y ciudadanos ante estos lamentables sucesos? ¿Tenemos que soportar la escalada autoritaria hasta sufrir una víctima fatal (hecho que podría haber ocurrido la otra noche) o hasta que no podamos mostrar la menor disidencia con el tiranuelo? La respuesta fácil, si pensamos en un firme acto de repudio, sería convocar y adherir a un paro masivo (personalmente, es lo que desearía llevar a cabo); pero todo es tan difícil con la cancha embarrada ( como títulé al texto que escribí en vísperas del último paro y en el que me refería a las presiones sucias que operan a la hora de hacer un reclamo gremial y a la falta de organización del colectivo docente) que los docentes de Esquel, los que nos juntamos en el acto del 1 de Mayo en una asamblea improvisada, elegimos OTRO CAMINO para que puedan sumarse TODOS LOS COMPAÑEROS que quieran expresar su malestar y resistir el atropello dasnevista: por eso, ESTE LUNES será una JORNADA de REPUDIO Y MOVILIZACIÓN. Vamos a dar difusión a lo sucedido dentro y fuera de las escuelas. Como no podemos dar clases normalmente (ya nada es normal por estas horas), hagamos de este día una gran clase de formación ética y ciudadana para que lo que ocurrió no pase NUNCA MÁS.
Sumémonos con cada acción que se nos ocurra para decir BASTA DE VIOLENCIA Y REPRESIÓN; BASTA DE MENTIRAS Y CONFRONTACIÓN CHICANERA; BASTA DE IGNORAR, SILENCIAR Y CASTIGAR LOS RECLAMOS DE LOS TRABAJADORES; BASTA DE PORTARNOS COMO OVEJAS.
EL LUNES 4 de MAYO**: ACTO Y MOVILIZACIÓN, CONCENTRAMOS EN 25 de MAYO Y RIVADAVIA A LAS 18 HS
DOCENTES Y COMUNIDAD EN GENERAL, VAYAMOS A DECIR ¡BASTA!
** Ya que, como todos los 4 de cada mes, se realiza la marcha de los vecinos autoconvocados por el NO A LA MINA y muy lejos de querer restarles público, propongo que nos juntemos; es un hecho que ambas movilizaciones persiguen un mismo objetivo global vinculado con la defensa de los derechos de los ciudadanos que queremos vivir dignamente en una democracia verdadera.
* D.N.I. 24.021.935
Docente en Esquel
Como yapa mando un par de textos que sería bueno tener presentes para ampliar la reflexión sobre lo ocurrido y para que leamos con alumnos y colegas en las clases de este LUNES ANORMAL (ver acá)
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