Fuente: diario El Chubut En una audiencia pública llevada adelante en la mañana de ayer la jueza Karina Estefanía decretó el sobreseimiento del policía Eduardo Colemil, quien estaba acusado de haber propinado una golpiza (junto a otros uniformados) al reconocido artesano de esta ciudad Manuel Guillard en abril del 2007.
El violento hecho había sido denunciado públicamente en aquel momento, generando repudio por parte de instituciones intermedias y autoridades gubernamentales, sin embargo, el tiempo de la investigación se venció sin que se hallaran pruebas contundentes para certificar la responsabilidad de los imputados. Según se conoció ayer, para la querella fue muy difícil encontrar personas que presenciaron el incidente dispuestas a declarar.
“Ha transcurrido ampliamente el plazo previsto por lo que corresponde dictar el sobreseimiento”, anunció formalmente la Dra. Estefanía, quien también determinó que las costas del juicio correrán por la querella, es decir, por la parte acusatoria.
Según la denuncia de Guillard, el día domingo 8 de abril del 2007, alrededor de las siete de la mañana, a la salida de la confitería bailable "Disco - Ver", un grupo de cuatro uniformados de la Policía de la Provincia, uno de los cuales conducía una motocicleta de esa fuerza, lo agredieron sin previo aviso y por la espalda. Luego de darle una brutal golpiza con bastones y patadas, sostuvo que los agentes lo dejaron tirado en el piso de la vereda, en la calle Roca, entre San Martín y Rivadavia, a la altura de la Clínica Esquel, sin brindarle ningún tipo de asistencia.
Guillard se levantó como pudo y llegó hasta el hospital, donde fue atendido, y se le constataron numerosos golpes y heridas, tanto externas como internas.
La causa en principio estaba caratulada como vejaciones agravadas en concurso real con lesiones leves contra Guillard, presente en la audiencia de ayer. En este marco, se mostró indignado con la resolución y tomando la palabra dio cuenta de episodios intimidatorios que vendría sufriendo desde antes de que presentara la denuncia, por parte de integrantes de la Fuerza policial y del propio Colemil. “Los testigos no quieren hablar y yo todavía me siento intimidado; existen otras denuncia en Fiscalía sobre la intimidación y persecución por parte de Colemil y otros agentes más hacia mí y hacia integrantes de mi familia por la denuncia que hice”. En su momento me dijeron que no hiciera la denuncia porque iba a ser en vano, no iba a servir para nada y yo insistí porque creía que se podía hacer algo. Tengo dudas ahora de cómo queda el hecho, cómo voy a seguir viviendo en Esquel. Sigo sin comprender sus actitudes, mi familia en su totalidad esta preocupada y ya conoce al individuo ya que esta no es la primera vez que tuve un altercado con Colemil, esta fue la cuarta vez. No se a quien más recurrir para pedir una solución, me preocupa porque tengo hijos, sobrinos, una madre viuda con cuatro hijos a cargo, no percibo haberes ni sueldo, el día de la golpiza tuve 10 días sin trabajar, tuve que asistir al dentista pagando”. El artesano reiteró en la audiencia que como víctima “estuve sin trabajar y tuve que pagar la asistencia médica de mi bolsillo”.
Pero la jueza le recordó a Guillard que hizo la denuncia ante el Ministerio Público Fiscal donde entendieron que no había elementos suficientes para acreditar las acusaciones y por ello se procedió al archivo de la causa. En esa oportunidad, destacó que la Defensa Pública se constituyó en parte querellante, es decir que la titularidad de la acción penal se transfirió del Ministerio Público Fiscal a la Defensa Pública desde donde se solicito se la tenga por parte. A partir de ahí se realizó la apertura de investigación, se le notificó a Colemil que había un proceso en su contra; transcurrido el plazo de tiempo estipulado la Defensa no presentó la acusación pública y por ello se debe sobreseer al imputado.
La jueza le recomendó recurrir al jefe de policía para poner fin a supuestas intimidaciones. Leer más
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