Por Dr. Fernando Urbano *La tasa de mortalidad infantil (TMI), mide la cantidad de niños fallecidos en un año cada 1000 nacidos, en un lugar determinado. Es un indicador 100% objetivo, ya que las dos variables que utiliza, nacimientos y muertes quedan invariablemente asentadas en los Registros Públicos. Mide principalmente las condiciones de salud y en forma indirecta el bienestar y desarrollo de una población determinada, por ello esta tasa no debe ser manoseada con fines ilegítimos.
Sin embargo, el gobierno la manipula a su antojo, aprovechándose de las escasas posibilidades que tiene la población para detectar cuando se le miente (aun los más groseros engaños son pasados por alto), juega a su favor el hecho de que sean muy pocas las personas que pudiéndolo hacer, por temor, se niegan a desenmascararlos, encontrándose entre ellos profesionales, trabajadores de la salud, personal de estadística, etc.
En forma compulsiva este gobierno hace referencia permanentemente a la TMI, es así, que Mario DAS NEVES, ya en su primer discurso como Gobernador de la Provincia del Chubut, el 10-12-03, expresó: “…sobre la mortalidad infantil, los índices nos avergüenzan, yo no me comprometo a bajar los índices, digo que en esta provincia no puede haber más mortalidad infantil” Porque lo dijo? Sólo se tuvo en cuenta el efecto publicitario?. Obviamente, por las características de la naturaleza humana, esta es una meta imposible de poder cumplir, (a pesar de que esta afirmación constituía un grotesco, lo siguió repitiendo en sucesivos discursos, dejando claro que no se trataba de un simple error).
También en referencia a la evolución de la TMI, en múltiples oportunidades se ha difundido propaganda engañosa, algunas veces pagando con pautas de la publicidad oficial. Los datos inciertos publicados, se podían corroborar recién cuando se daban a conocer las estadísticas oficiales, pero claro, esto ocurría muchos meses después y el efecto buscado ya se había obtenido.
En setiembre de 2004 el gobierno provincial dio a conocer: “en el primer semestre de este año la tasa de mortalidad infantil del Chubut es la más baja del país”. Dichos anuncios no tenían validez por cuanto ni siquiera había terminado el primer año de gestión y aún no se habían elaborado las estadísticas de TMI en nuestra provincia ni en el resto del país (tarda un año) con la que pudieran posibilitar cualquier comparación. A comienzos del año 2006 cuando se conocieron los datos reales se pudo comprobar que aquel informe había sido engañoso.
Otro ejemplo, aún no había terminado el año 2008, cuando se difundió en los medios provinciales y nacionales que la TMI, en Chubut, se encontraría entre 8 y 8,3 por mil, en esa oportunidad se dijo: “se han superado las metas propuestas por Nación para el 2015, que es de 8,5” sin que se haya precisado las fuentes de esa información; hasta inclusive el gobernador provincial, en el mes de agosto del mismo año, afirmó que se podía “exhibir con mucho orgullo ser la provincia con el índice de mortalidad infantil más bajo del país”.
Las expresiones del gobernador, otra vez, no se ajustaron a la realidad ya que la TMI del Chubut, en el año 2007, fue de 11 por mil, encontrándose en mejor situación otras provincias del país y hasta inclusive de la misma región patagónica: Tierra del Fuego (10,2), Río Negro (9,8) y Neuquén (9,6). Las estadísticas del año 2008, que incluyen a todas las provincias del país aún no se conocen, por lo tanto no se podrían hacer comparaciones.
A la tasa de mortalidad infantil hay que darle la importancia que tiene, jamás debe ser manoseada realizando interpretaciones defectuosas o brindando datos inciertos y confusos. Y menos, con el propósito de obtener algún rédito proselitista.
* Diputado Provincial Bloque CC-ARI
